Regula la presencia de antibióticos en carnes destinadas al consumo humano - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914510034

Regula la presencia de antibióticos en carnes destinadas al consumo humano

Fecha13 Diciembre 2018
Número de Iniciativa12353-11
Fecha de registro13 Diciembre 2018
EtapaPrimer trámite constitucional (C.Diputados) Primer informe de comisión de Salud
MateriaANTIBIOTICOS, CARNES PARA CONSUMO HUMANO, REGULACIÓN
Autor de la iniciativaAscencio Mansilla, Gabriel, Castro González, Juan Luis, Mix Jiménez, Claudia, Rosas Barrientos, Patricio, Tohá González, Jaime, Undurraga Gazitúa, Francisco, Verdessi Belemmi, Daniel
Cámara Legislativa de OrigenMoción,Cámara de Diputados
Tipo de proyectoProyecto de ley

Regula la presencia de antibióticos en carnes destinadas al consumo humano

Boletín N°12353-11



Antecedentes generales

El uso de antibióticos en los animales de consumo humano se remonta a varias décadas atrás. Sin embargo, en los últimos años hemos podido apreciar un aumento en el uso de parte de los productores de carne para consumo humano de antibióticos de la más variada gama a objeto de que los animales tengan mayor crecimiento, se prevengan enfermedades, y para que tengan una mejor salud. En definitiva, para que su crianza y faenamiento sean realizadas lo más eficientemente posible.

Este uso de antimicrobianos y antibióticos en general, ha tenido como principal aliciente la maximización de las utilidades de los productores. Sin embargo, esta práctica ha traído una serie de consecuencias importantes para el ser humano que hoy ya no podemos obviar, como la resistencia que presentan los pacientes en los diversos frente a tratamientos realizados con antibióticos.

Esta resistencia a dichos fármacos que presentan las personas bajo tratamiento, es quizá la mayor amenaza que tenemos en la medicina moderna, y al decir de ella, dicho uso puede afectar decisivamente la respuesta fisiológica que los seres humanos dan a los cuadros patológicos cuyo compromiso obliga al uso de antibióticos.

El beneficio que los antimicrobianos han traído a los procedimientos médicos durante casi 90 años ha sido inmenso. No existen en la actualidad acciones curativas para proteger a los seres humanos frente a enfermedades potencialmente mortales sin que éstos tengan alguna participación. El uso de los antimicrobianos, hoy posibilitan que se puedan llevar a cabo operaciones de alta complejidad médica. No obstante, el uso y abuso de ellos tanto en la medicina como en los procesos de producción de alimentos, ha llevado a una situación que debe ser revisada, analizada y regulada, debido al creciente y potencial efecto dañoso que tienen en la vida humana.

Caminamos lentamente -luego décadas de uso de antimicrobianos en los métodos de crianza y en los procedimientos de producción alimenticios- hacia una moderación y una reflexión profunda sobre cómo debemos encarar esta grave advertencia que la evidencia empírica y científica entrega sobre las consecuencias del uso de los antibióticos en dichos procesos, y sobre cómo estos influyen en la inutilidad de parte de la medicación que se suministra en tratamientos médicos, muchas veces en situaciones de alto compromiso vital.

Estamos en un período en el cual nos hemos vuelto paulatinamente conscientes de la relevancia insustituible del uso de antibióticos para el tratamiento de patologías comunes, como asimismo, del uso excesivo que algunos productores han hecho de ellos en el proceso de producción alimentaria. Y de todo esto podemos extraer claramente una conclusión: no podemos modificar por ahora de forma sustancial el uso de antibióticos en el tratamiento de patologías donde habitualmente estos presentan formidables beneficios, pues existen pocos productos de recambio en fase de investigación y desarrollo, pero por otro lado, tampoco parece haber voluntad de parte de los productores de alimentos de autorregular de forma efectiva y eficiente su uso en las cadenas de producción de carnes para consumo. Por ello, se requiere urgentemente modificar la regulación existente a fin de que la producción de carnes tenga en consideración de forma permanente, el interés superior de la ciudadanía como además el principio de prevención, mediante el cual, la autoridad, frente a riesgos inminentes a la salud de la población debe tomar el camino de cautelarla ante una duda que recaiga sobre la inocuidad de ciertas actividades productivas.

La necesidad es además urgente, a fin de concertar decisiones inmediatas en nuestro país para evitar la llegada a una era posantibiótica en la que infecciones comunes podrían volver a ser mortales, conforme lo ha señalado expresamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) el año 2016.

Sin ir más lejos, frente al grave problema que ha generado la resistencia a los antimicrobianos en seres humanos, producto de la ingesta de alimentos con altas índices de ellos, en mayo de 2015 la Asamblea Mundial de la Salud adoptó un plan de acción mundial para prevenir acerca de los perniciosos efectos que puede tener esto sobre la población. Al respecto, estableció cinco objetivos:

1- Mejorar la concienciación y la comprensión con respecto a la resistencia a los antimicrobianos a través de una comunicación, educación y formación efectivas;

2- Reforzar los conocimientos y la base científica a través de la vigilancia y la investigación;

3- Reducir la incidencia de las infecciones con medidas eficaces de saneamiento, higiene y prevención de las infecciones;

4- Utilizar de forma óptima los medicamentos antimicrobianos en la salud humana y animal;

5- Preparar argumentos económicos a favor de una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, y aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas y otras intervenciones.



El estado actual en Chile

El más conocido uso de los antibióticos en Chile, lo tenemos en la acuicultura, en especial en la industria del cultivo del salmón. Sin embargo, este uso existe también en la crianza de bovinos, no para curar enfermedades sino porque se han descubierto otros usos de los antibióticos, en especial, su aplicación como promotores del crecimiento. Los datos provenientes de la utilización de antibióticos en carnes provenientes del ganado bovino son menores, sin embargo, no menos importantes.1

El pasado 30 de octubre de 2018 se realizó el seminario “Salmonicultura y antibióticos: riesgos para la salud humana”. En esta instancia participaron importantes expertos nacionales e internacionales que acordaron que en Chile, la cantidad de antibióticos que utiliza la salmonicultura es excesiva y que es necesario disminuirla a través del desarrollo de nuevas tecnologías y del incentivo e inversión en líneas de investigación que apunten a generar alternativas sustentables a los antibióticos.

Pusieron de relieve en dicho seminario, la importancia del acceso a la información, mencionando que para que la sociedad civil y los gobiernos puedan hacer responsables a los productores de salmones y de carnes para consumo humano en general, de que exista mayor transparencia acerca de la cantidad y clase de antibióticos utilizada.

Hoy, incluso la industria del salmón pierde mercado en el extranjero por el uso de antibióticos. En los casos de la carne entendida esta como la parte comestible de los músculos de los animales de abasto como bovinos, ovinos, porcinos, equinos, caprinos, camélidos, y de otras especies aptas para el consumo humano2, creemos que es necesario que a la brevedad también se podría hacer una modificación legal para dejar no solo explícita la cantidad de antibióticos que usan, sino que para que la población esté informada debidamente acerca de los riesgos del consumo de carnes con antibióticos.

Según los datos proporcionados en dicho seminario, pueden extraerse las siguientes cifras:3

- Cada año 700 mil personas mueren producto de infecciones resistentes a los antibióticos y para el año 2050, se espera que esta sea la principal causa de muerte.

- Sobre un 95% del uso global de antibióticos en la salmonicultura es por parte de la industria chilena, por lo que es probable que las bacterias resistentes puedan transmitirse a los seres humanos desde la industria animal.

- Muchas clases de antimicrobianos utilizados en salmonicultura como fenicoles, quinolonas y tetraciclinas son importantes también para la medicina humana.

- La transmisión de resistencia hacia las personas puede ser desde las mismas granjas o desde los productos que compramos y que terminan en nuestras mesas. Pero también es posible que se transmita a través de los restos de antibióticos que quedan en el medio ambiente producto del uso dado en las salmoniculturas.

Por lo anterior debe avanzarse en la regulación del uso de sustancias y terapias alternativas para el control de enfermedades en los salmones, por cierto en la mejora de su sistema y eficiencia inmunológica.

Por ello, creemos que el Plan Nacional de Control y Uso de Sustancias Antimicrobianas de 2017 va en el camino correcto, pero necesitamos mayor regulación legal y reglamentaria, mayor fiscalización y mejor control y más conocimiento para mitigar las dañosas consecuencias del excesivo uso de antimicrobianos.

Estructura del proyecto de ley

La presente moción busca primeramente, que queden sujetos a la ley los productores, distribuidores e importadores de carnes destinadas al consumo humano, a los efectos de informar y ser responsables de la presencia de antibióticos en las mismas, siempre en la forma y condiciones que exijan los reglamentos vigentes. Dicha obligación de información exacta e íntegra acerca de las carnes destinadas al consumo humano, se deberá poner a disposición de los consumidores en los empaques, envases, etiquetado y rotulado, especificando el nombre, tipo y cantidad de los antibióticos...

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