El regreso de un clásico - 21 de Agosto de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 909139954

El regreso de un clásico

S e nota en la cara de los que llegan: a medida que pasan el umbral imaginario del Parque Nacional La Campana , de inmediato se disponen a comenzar una aventura. Quizás partirán con una cabalgata a los cerros de la cordillera de la Costa; o a un trekking , siguiendo el camino que zigzaguea entre peumos, boldos y quillayes. Pero esa mañana, el paseo por el icónico bosque esclerófilo cercano a Olmué iba a ser diferente.Por el sendero La Mina se bordean los esteros que nacen en estas montañas. En agosto, la vegetación adorna cada rincón de La Campana con un denso color verde claro, hasta que llegamos a una bifurcación que implica decidir: por un lado se puede subir el cerro La Campana (1.920 metros); por el otro, conocer historias y leyendas a través de un sendero cultural que lleva a los últimos hallazgos arqueológicos del sector."Hasta los años 70, todo esto fue un sector minero. Por eso el nombre del camino", decía tímidamente Guillermo Vilches, don Guille, el maduro guía de Olmué Nómade que por años ha recorrido estos caminos. "Acá había oro, plata y cobre, y su extracción es muy antigua: primero fueron minas de los picunches e incas, y más tarde pasaron a manos jesuitas, especialistas en trabajar minerales. Así nace Olmué: de la minería".La riqueza de estos cerros, contó don Guille, atrajo en el pasado a personalidades como Charles Darwin: en 1834, el naturalista vino a Olmué por unas semanas, aunque muchos creen -dice el guía- que no lo hizo con un afán investigativo. Don Guille agrega que, según una vieja historia colonial, hacia 1773, cuando la Corona española expulsó a los jesuitas de América, los curas habrían dejado no solo templos y colegios, sino también yacimientos y riquezas: "A la fuerza se los expulsó al puerto de Valparaíso y, para no perder sus ganancias, se cuenta que dejaron los mejores tesoros enterrados en estas montañas. Ellos se llevaron los mapas a Europa y se dice que Darwin vino dateado a retirarlos".Así, habló de los "entierros", la leyenda rural según la cual estas riquezas habían quedado escondidas a lo largo de la zona central. "Si uno encuentra uno, la tradición dice que hay que esperar un año para desenterrarlo, y hacerlo a las 12 del día o de la noche. O en la noche de san Juan. De lo contrario, terribles maldiciones o incluso la muerte podrían caer sobre el excavador", agregó mientras caminábamos.Esa mañana, unas dos horas antes de empezar a recorrer el Parque Nacional La Campana, había llegado a Olmué, 100...

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