'La reforma no tiene viabilidad si los maestros no la hacen suya'
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México (SNTE) es el símil al Colegio de Profesores de Chile, y su presidente, Juan Díaz de la Torre, fue invitado a nuestro país por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas de la Educación (Ceppe), donde fue el protagonista del coloquio "Profesión docente en el siglo XXI: experiencia y desafíos para los gremios del magisterio".
El sindicalista manifestó que los docentes deben ser reconocidos como los formadores de las nuevas conciencias y los nuevos ciudadanos, y que el prestigio y la valoración docente son sumamente necesarios para atraer a los mejores estudiantes a estudiar Pedagogía.
Énfasis en la calidad
-¿Cuál debería ser el rol de los profesores en la reforma educacional que estamos viviendo en Chile?
"El profesor no es solo un actor, es 'el' actor. No es posible concebir una reforma educativa si no se hace con el apoyo y la opinión de los maestros. Su participación es primordial, ya que es el actor central del proceso. La reforma no tiene viabilidad si los maestros no la hacen suya".
-Según la experiencia que están teniendo en México, ¿cómo puede llegar afectar una reforma educativa al resto de la sociedad?
"Afecta directamente a todos los ámbitos de la vida social, ya que la educación es el tema central, es transversal a la reforma política, a la reforma económica, al empleo, la pobreza, la corrupción, la seguridad. La reforma de fondo, como tal, es la educativa, pues es la que atraviesa todos los temas y áreas productivas; y es allí donde se conforma la conciencia de los ciudadanos".
-¿Cómo debería abarcar la reforma el fortalecimiento de las escuelas públicas del país?
"Se debe poner el esfuerzo en su calidad, ya que es la escuela pública, laica, gratuita y obligatoria la que crea en los estudiantes oportunidades de surgir y de salir de sectores marginados. Ella tiene un carácter regulador y genera permeabilidad social".
-¿Y qué opina de las escuelas privadas?
"En México un 87% corresponde a escuelas públicas y un 13% a privadas. Estas últimas tienen su espacio y se respetan porque apuntan a un mismo objetivo, que es educar. No es que la escuela privada sea mala, pero esta de alguna manera presenta el tema del negocio, de la utilidad y de la segregación. La escuela pública, en cambio, por definición es equilibradora. Algunos han querido generar la percepción de que la escuela privada es mejor. Es cierto que hay escuelas privadas buenas, y malas también, así como hay...
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