Reforma constitucional en materia de transparencia, modernización del Estado y calidad de la política. - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914505844

Reforma constitucional en materia de transparencia, modernización del Estado y calidad de la política.

Fecha12 Diciembre 2006
Número de Iniciativa4716-07
Fecha de registro12 Diciembre 2006
EtapaTramitación terminada Ley Nº 20.414 (Diario Oficial del 04/01/2010)
MateriaCALIDAD DE LA POLÍTICA, MODERNIZACIÓN DEL ESTADO, REFORMA CONSTITUCIONAL
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Mensaje
MENSAJE














MENSAJE DE S.E. LA PRESIDENTA DE LA REPUBLICA CON EL QUE INICIA UN PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL EN MATERIA DE TRANSPARENCIA, MODERNIZACIÓN DEL ESTADO Y CALIDAD DE LA POLÍTICA _______________________________

SANTIAGO, diciembre 6 de 2006





MENSAJE 522-354/





Honorable Cámara de Diputados:

A S.E. EL

PRESIDENTE

DE LA H.

CAMARA DE

DIPUTADOS.

Tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de reforma constitucional en materia de transparencia modernización del estado y calidad de la política.
  1. la agenda de transparencia, modernización del estado y mejoramiento de la calidad de la política.

Durante las últimas semanas, el país ha conocido una serie de irregularidades en algunos servicios públicos, hechos que han provocado indignación en todos quienes compartimos una vocación de servicio a los demás.

Pero, como muchas veces en la vida, de estos hechos repudiables emergen oportunidades para los países.

Hace unos días, el Gobierno asumió un compromiso público con una agenda de probidad, transparencia, eficiencia y modernización. Compromiso que queremos se extienda no sólo al gobierno, sino que al conjunto del Estado, a todos los sectores políticos y a toda la sociedad. Porque Chile se lo merece, porque nuestros ciudadanos así lo esperan.

El compromiso abarca tres áreas centrales: transparencia, modernización del Estado y calidad de la política. En cada área se propondrán al Congreso Nacional medidas legislativas muy concretas, que implican cambios normativos legales y constitucionales.

Ellas se inspiran en aporte de los partidos, que hicieron llegar sus propuestas. También en un conjunto bastante amplio de mociones de parlamentarios de Gobierno y de oposición, actualmente en tramitación en el H. Congreso Nacional. Además, se fundan en la propuesta que un grupo de 7 expertos me hizo llegar sobre la materia.

Esta agenda tiene varios ejes centrales. En primer lugar, parte de la base que la reforma del Estado no significa jibarizarlo y debilitarlo. Para reformar el Estado lo primero que hay que hacer es creer en el Estado. Y este Gobierno cree en su capacidad de producir cambios, de mejorar la vida de los ciudadanos, de fortalecer la libertad de nuestra gente. Confiar en su compromiso de brindar servicios públicos de calidad a las personas.

Reformamos el Estado porque el mundo moderno así también nos lo exige. Los países que crecen, los países que se desarrollan, los países que compiten con éxito en los mercados mundiales, todos, sin excepción, cuentan con estructuras modernas y vigorosas, eficientes y dinámicas, que les permiten acompañar al sector privado y construir juntos, de la mano, una mayor prosperidad para su gente.

Queremos un crecimiento económico sostenido, y éste no puede ocurrir si no contamos con un Estado ágil y moderno, un Estado que cree un entorno donde los emprendedores puedan emprender y crear prosperidad.

En segundo lugar, esta reforma parte de la base que la luz, la transparencia, es uno de los mejores antídotos que una sociedad puede darse contra la corrupción. Pocas sanciones son más severas que el juicio de una comunidad que no tolera actos irregulares.

Pero además, la transparencia tiene un fuerte contenido ético. Ella es profundamente democrática, aquello que no soporte el juicio crítico de una sociedad vigilante, simplemente resulta inaceptable. Es un acto de consecuencia con la idea de una democracia al servicio de las personas, donde quienes ejercen funciones públicas son primero servidores antes que autoridades, y los ciudadanos son primero mandantes antes que súbditos pasivos e indolentes.

La transparencia inhibe lo incorrecto y estimula los mejores desempeños. Esta es la potencia de someter la administración al escrutinio social de una sociedad vigilante. Un régimen de transparencia, es un régimen progresista. Entrega información a los ciudadanos, los empodera, los transforma a todos, en cierto modo, en custodios de la fe pública.

En tercer lugar, esta reforma se apoya en todo lo que hemos avanzado en estos últimos años en materia de transparencia, probidad y modernización. Baste señalar los avances en materia de regulación de los gastos reservados, en la normativa del pago de los honorarios, en el gasto electoral, en la transparencia que significa la Ley de Procedimiento Administrativo y la Ley de Compras Públicas. Asimismo, hemos avanzado en materia de recursos humanos, fortaleciendo la carrera funcionaria y creando la Dirección Nacional del Servicio Civil, junto a la Alta Dirección Pública.

Estos avances, más una centenaria tradición de probidad de nuestra gente, nos han situado en un lugar de privilegio en la región y en el mundo entero respecto de esta materia. Así lo reconoce cualquier ranking internacional serio que tenga que ver sobre transparencia o calidad de las instituciones.

Pero pese a todos estos logros, no podemos sentirnos satisfechos. La tarea está incompleta y debemos culminar este esfuerzo. Hechos como los que hemos visto las últimas semanas nos duelen y no podemos dejar que se repitan.

Esta es una oportunidad, tomémosla como tal. Y yo quiero convocar a todos, gobierno y oposición, Ejecutivo y Legislativo, a trabajar en esta agenda. Chile nos exige este esfuerzo.

El último eje de esta agenda es que el Estado necesita modernizar sus sistemas de control. Queremos un control incisivo, pero no sobre aspectos meramente formales, sino sobre aspectos medulares. Por eso, es necesario realizar ajustes a las facultades de la Contraloría, fortalecer el rol de la auditoría interna para prevenir riesgos de distracción de fondos y otras irregularidades y crear la Agencia Nacional de la Calidad de Políticas Públicas, con el propósito de que se encargue de evaluar socialmente los proyectos e inversiones, examinar los programas gubernamentales y efectuar prospectivos de políticas públicas. En esta línea se ubica también el fortalecimiento de la Unidad de Asesoría Presupuestaria del Congreso.

  1. una reforma al margen de la división política.

En agosto del año recién pasado, fue publicada en el Diario Oficial la ley de reforma constitucional Nº 20.050. En ella se reflejó un anhelo importante de la ciudadanía de tener una Constitución verdaderamente democrática y que nos abriera las puertas al siglo XXI.

Dicha reforma terminó un ciclo de 18 reformas constitucionales, que comenzaron en 1989, y que fueron abriendo el texto original a nuevas perspectivas. Por ejemplo, se eliminó el pluralismo restringido, expresado en el desaparecido artículo 8º; se fortaleció el rol del Congreso; se aumentó la descentralización y la participación; se terminó con el peso del poder militar en las instituciones democráticas; se igualó los derechos del hombre y la mujer; se terminó con la censura previa.

Las reformas demostraron, por una parte, la enorme capacidad de los dirigentes políticos, de Gobierno y de oposición, para ponerse de acuerdo y mirar el futuro, dejando de lado aspectos secundarios que los dividen. Por la otra, demostró el compromiso de los dirigentes políticos para dar gobernabilidad al país. El proceso de crecimiento económico y de justicia social emprendido por la reinstauración de la democracia, no es fruto de la casualidad. Han sido producto de decisiones políticas, que han permitido que el país garantice la inversión y se gane un lugar de prestigio en el mundo. No es extraño entonces, que esa capacidad de acuerdos, se haya plasmado en el texto constitucional.

Como Presidenta, quiero reivindicar la labor política. No dejemos que algunos actos mancillen una actividad noble, una herramienta de cambio que sirve y protege esencialmente a los ciudadanos.

Pero necesitamos una buena política. Una política que tenga bien resuelta su relación con la influencia del poder y del dinero y que pueda servir, así, de vehículo para grandes ideales y proyectos colectivos. Y es indispensable tomar medidas también en este terreno.

Es cierto que aún quedan diferencias que...

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