Reforma agraria y propiedad - 5 de Agosto de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 940627153

Reforma agraria y propiedad

La reforma agraria fue, en cierta forma, el resultado de un relato construido por décadas desde la izquierda. Este planteaba la necesidad de modificar estructuralmente un sector agrícola que, de acuerdo con quienes promovían la reforma, se caracterizaba por la ineficiencia de los agricultores chilenos. Los latifundistas, se decía, explotaban a los campesinos, no invertían en capitales ni nuevas técnicas y desperdiciaban la posibilidad de que el país fuese autosuficiente en materia alimentaria.No se consideraba que elementos característicos del ordenamiento económico de la época, como la fijación de precios arbitrarios para contener la inflación, las barreras arancelarias que limitaban la posibilidad de importar tecnología y maquinaria, y el control del tipo de cambio que desincentivaba la exportación de productos, eran todos distorsiones que afectaban la producción agrícola nacional. Y es que en el fondo -como lo han advertido historiadores como Gonzalo Vial- el verdadero objetivo era finalmente político: quebrar un sistema social que los impulsores de la reforma cuestionaban. Tal visión fue llevada al límite bajo el gobierno de la Unidad Popular. Instrumento para ello fueron una legislación que precarizó el derecho de propiedad en el agro y, yendo incluso más allá de ella, el recurso a acciones de fuerza.Así, entre 1970 y 1973, se expropiaron 4.207 predios, lo que representó casi 5,5 millones de hectáreas. Las causas más comunes de expropiación fueron el tamaño de los predios (46%), la "administración ineficiente" (22%) y la entrega por sus mismos dueños, anticipándose a la expropiación forzada (22%). En este período, los predios afectados incluyeron propiedades de menos de 80 hectáreas, que en ningún caso cabían en la categorización de "latifundios". Los terrenos expropiados eran transferidos a Centros de Reforma Agraria, comités campesinos, o directamente estatizados. Los costos fiscales de este proceso, usualmente omitidos, fueron también considerables. Se estima que por cada dólar transferido en tierra a los beneficiarios, el Estado debía desembolsar entre 39 y 62 centavos solo en gastos de administración y asistencia. Sin resolver ninguno de los problemas de productividad que supuestamente justificaban la reforma, esta finalmente instaló la incertidumbre en los campos e hizo caer estrepitosamente la producción agrícola.Por todo ello, sorprende que más de medio siglo después ese proceso vuelva a ser reivindicado. Tal falta de...

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