Recuperan en San Felipe otro símbolo del patrimonio religioso - 20 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 631555675

Recuperan en San Felipe otro símbolo del patrimonio religioso

Es el convento y la iglesia de la Congregación del Buen Pastor, conjunto arquitectónico de 1876, que hoy se encuentra en la última etapa de un proyecto de rescate impulsado por el Ministerio de Obras Públicas, con financiamiento de $2.678 millones provenientes del gobierno regional, y cuyo diseño llevó a cabo la oficina del arquitecto Humberto Eliash. A mediados de abril se entregará a la comunidad.

"Todo el conjunto tenía una manzana completa, que estas religiosas de origen francés fueron vendiendo en su momento. Hoy cuenta con su templo, la casa matriz de la congregación, las dependencias del antiguo convento, el cementerio, residencia, huerto y el colegio, que hoy es municipal", enumera Eliash. La restauración intervino 3.600 m {+2} .

Investigaciones realizadas por el académico Fernando Riquelme atribuyen su diseño al italiano Eusebio Chelli, autor de muchísimas iglesias, como el Templo de la Recoleta Dominica en Santiago. "La de San Felipe es una iglesia imponente. Sus muros de adobe tienen 1,80 metros de grosor. La altura de sus muros son de doce metros hasta el inicio de la bóveda, construida en madera y pintada a mano", dice Eliash.

El proyecto se inició en 2009 y por entonces pretendía recuperar el templo y el convento -Monumento Histórico desde 1989- simplemente del deterioro del tiempo y la falta de mantención. Un año después, el terremoto modificó el perfil del rescate. Hubo que reunir nuevos fondos y se debió replantear el estudio de cálculo. A los arreglos "parche" que se le habían realizado tras el terremoto de 1985, se sumaron los daños del 27-F.

"La iglesia no se cayó, pero sí acusó el impacto. Lo más grave fue el desprendimiento de la cara de la fachada principal respecto de las laterales. Los muros se separaron hasta en 10 cm. Eso afectó a la torre y el coro. Un sismo posterior inclinó la torre hacia adelante", dice el arquitecto.

Para resolver la separación de los muros se instaló una cadena de hormigón armado a lo largo de todo el perímetro, sin retirar el techo. Los muros se recubrieron con un exoesqueleto de madera y malla para completar el amarre, que luego se rellenaron con material. Así se consolidó la estructura. La torre se logró reubicar en su posición mediante sistemas de gatas.

La recuperación...

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