El rector en su laberito - 1 de Septiembre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 396091982

El rector en su laberito

Desde su casa, Jorge Toro escribe un mensaje de texto:

Ganó el sí a la toma por 16 votos de diferencia. Saludos. Rector.

Como hace una semana, los alumnos del Instituto Nacional votaron por segunda vez la toma. Toro sintió desilusión.

Un día antes.

El rector llega a las 7:30 de la mañana a trabajar. Pero hoy, igual que en la última semana de toma, en vez de ir a su oficina, pasa de largo la puerta principal del Instituto Nacional, dobla en la esquina y entra por detrás del edificio. Ahí está su transitorio cuartel general, una oficina casi franciscana en el tercer piso de lo que hace años fuera la Secretaria Ministerial de Educación.

El lugar, un poco lúgubre, un poco sucio, un poco abandonado y que está en el mismo edificio del Instituto, pero sin conexión directa, fue donde el cuerpo académico se parapetó los siete meses que duró la toma en 2011. Ahí levantaron un Instituto Nacional paralelo, el lugar hasta donde llegaban los profesores a firmar a diario su asistencia, hacían su trabajo y donde los estudiantes iban a buscar sus guías y las respuestas que ya no estaban en la sala de clase, sino que aquí, en este laberinto de pasillos angostos y escaleras, que casi no tiene ventanas.

A las 10 de la mañana, los estudiantes comenzarán a votar para decidir si continúan una semana más en toma.

Ahora nos vinimos a este lugar de nuevo, aquí vienen los apoderados con sus angustias dice Jorge Toro. Tenemos la esperanza de que esta toma sea más breve. Porque el año pasado los ayudamos, pero esta vez no lo vamos a volver a hacer.

En 2011, el Ministerio de Educación presentó un plan para recuperar las clases, pero los del Nacional no se inscribieron. En un momento los repitentes llegaron a 2.500. El rector entonces presentó un plan para bajar el número.

Yo lo vi como una tragedia, trabajé mucho, presenté un proyecto, el Ministerio me lo rechazó, el alcalde se enojó conmigo, me acusó de desleal, pero finalmente entendieron que la propuesta nuestra era lo mejor y la autorizaron. Gracias a eso repitieron como 600. Pero este año no puede ser lo mismo, porque les estamos haciendo un daño. Si ellos no devuelven el colegio y no retomamos las clases, nosotros no vamos a dar alternativa. Creo que es parte de la enseñanza. Porque si yo me tomo el colegio, rompo cosas, no las pago y después me ayudan para que pase de curso, ¿cómo me hago responsable?, ¿cómo voy a aprender?, ¿cómo voy a crecer como persona? Nosotros respetamos la decisión de ellos, pero tienen que tener su responsabilidad también. Este año los que repitan por segunda vez se van a tener que ir, tal como dice el reglamento. El año pasado, con todo lo que sucedió, no echamos a nadie.

Jorge Toro dice que los profesores están de acuerdo con no ayudar a los alumnos en toma. Algunos apoderados han dicho que van a hacer un grupo para entrar y desalojar el colegio.

Cuando Jorge Toro asumió en el Instituto Nacional en 2008, fue recibido con aplausos. Lo hizo en medio de una crisis que llevó al rector y al vicerrector de entonces a renunciar y a Raúl Alcaíno, el alcalde, a buscar urgente un reemplazo.

Yo era director del Liceo Amunátegui y estaba muy bien ahí. Entonces le dije que no a Alcaíno. Me dijo que no le respondiera altiro, que lo pensara. Luego lo comenté con gente del Colegio de Profesores, donde yo era dirigente, y me dijeron que tenía que aceptar, que nosotros estábamos para la educación pública y que ese colegio era "el" referente de ese mundo. Les encontré razón, uno no puede ser tan cómodo. Y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR