Recrudece la violencia en las tomas universitarias durante este año
De acuerdo al protocolo que mantiene la casa de estudios, ese mismo día autoridades y miembros de diferentes facultades entraron a los edificios para revisar el estado en que se encontraban. Sin embargo, tras observarse actos que podían constituir delitos, la diligencia se suspendió. "En este caso en particular, dada la magnitud, las características y la cuantía de los daños que se pudo percibir, estos fueron objeto de denuncia ante la fiscalía de Valparaíso", explica Marco Muñoz, director general de infraestructura de la universidad.
En el establecimiento universitario comentan que el sector más afectado fue el edificio principal de la Casa Central.
Entre los destrozos, agregan, hubo puertas forzadas, ventanas rotas y mobiliario quemado. Además, explica Muñoz, se está haciendo un catastro de robos a funcionarios y de equipamiento. "Detectamos computadores, proyectores multimedia, insumos y tintas desaparecidas. También una impresora", señala.
Dentro del lugar hay daños en las alfombras, en los tabiques y en la pintura del inmueble. "Con la tinta de una imprenta, por ejemplo, pintaron toda una sala", agrega Muñoz.
En la universidad todavía no hacen una estimación del perjuicio, pero aseguran que "es peor" de lo que se registró durante las movilizaciones de 2011.
"Estilo ISIS" y $50 millones en pérdidasEntre campus tomados y manifestaciones, el viernes la Universidad Católica de Temuco cerró por fin el primer semestre del año. En el establecimiento aseguran que el proceso no fue fácil, pues muchos alumnos tuvieron dificultades para rendir los exámenes finales, por los amedrentamientos de parte de grupos radicalizados que mantienen en toma varias facultades.
Según las autoridades universitarias, esta ha sido la tónica del año: estiman que las movilizaciones y, específicamente las tomas, han dejado al menos $50 millones de pérdidas por daños. Además, aseguran que un grupo minoritario de alumnos ha generado un ambiente de violencia y amenazas hacia los estudiantes y autoridades académicas. "Nuestra universidad ha sido tomada en numerosas ocasiones por un grupo minoritario de jóvenes que buscan generar un clima de tensión, vulnerando el derecho de propiedad, el derecho al trabajo y el derecho a estudiar a más de 8.000 estudiantes", asegura el rector, Aliro Bórquez.
Entre las amenazas que se han presentado no solo hay rayados en las paredes o mensajes ofensivos contra algunas autoridades, sino también un video en que un grupo de dirigentes...
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