La rebelión de los empleados - 24 de Diciembre de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 972981039

La rebelión de los empleados

El título de esta película, tal como muchas cosas en ella, es engañoso. Sí, hay un hurto, muy al inicio de la historia, y hay dos cómplices, uno que lo comete, Morán (Daniel Elías), y otro que es obligado a apoyarlo, aunque también quiere hacerlo, Román (Esteban Bigliardi). Pero, en estricto rigor, la calidad de delincuentes de ambos podría ser excesiva en la medida en que delinquir no es su oficio, su costumbre ni su ética. Comenten un delito, pero solo uno: roban la caja de un banco estatal o cooperativo, donde ambos trabajan como empleados, con responsabilidad media, en un trabajo rutinario, sin mayor brillo, encerrados en una galería, donde ven la luz del día solo en los descansos que se toman para fumar. En el resto de la historia, ni Morán ni Román se comportan como delincuentes. Morán, de hecho, se entrega, porque el plan que dibujó fue siempre ese: cumplir una pena de tres años y medio, mientras Román esconde el dinero, y luego disfrutar de la vida sin tener que volver a pisar el banco ni estar obligado a trabajar; una vida sencilla, sin grandes lujos, pero liberada de una rutina burocrática, anónima, irrelevante, depresiva.Morán y Román, tal como el juego de sus nombres lo trasmite, pueden ser dos caras de la misma moneda: uno es gordito, el otro muy flaco; uno arrojado y ascético; el otro, temeroso y gozador; uno posee mirada estratégica, de largo plazo; el otro es un buen improvisador. La cinta acentúa la idea del espejo al ponerlos frente a frente en las pocas escenas que comparten. Ambos incluso se enamoran de la misma mujer, Norma (Margarita Molfino), y quizá por las mismas razones: Norma es linda, vive en Alpa Corral, en las Sierras de Córdova, tiene una casa en el campo que comparte con su hermana Morna (Cecilia Rainero), trabaja con ella, pero no mucho, de risa fácil y fácil también para los besos y para moverse de aquí para allá. Norma, en corto, es un espíritu alegre y libre, y representa todo lo que las vidas chatas de Morán y Román no tienen en Buenos Aires.Así como Morán y Román no son ladrones tradicionales, "Los delincuentes" no es una película de acción tradicional. Ni siquiera es una película de acción, posiblemente. El robo es central a la historia, pero es quizá lo que menos importa. El...

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