Reajusta el monto del ingreso mínimo mensual, así como la asignación familiar y maternal, y el subsidio familiar - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914516097

Reajusta el monto del ingreso mínimo mensual, así como la asignación familiar y maternal, y el subsidio familiar

Fecha04 Septiembre 2018
Número de Iniciativa12059-13
Fecha de registro04 Septiembre 2018
EtapaTramitación terminada Ley N° 21.112 (Diario Oficial del 24/09/2018)
MateriaASIGNACION FAMILIAR, ASIGNACIÓN FAMILIAR, ASIGNACIÓN MATERNAL, INGRESO MÍNIMO MENSUAL, SUBSIDIO FAMILIAR
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Mensaje
MENSAJE















mensaje DE SU EXCELENCIA EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA CON EL QUE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE REAJUSTA EL MONTO DEL INGRESO MÍNIMO MENSUAL, ASÍ COMO DE LA ASIGNACIÓN FAMILIAR Y MATERNAL Y DEL SUBSIDIO FAMILIAR.

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Santiago, 04 de septiembre de 2018.






M E N S A J E N° 117-366/





A S.E. LA

PRESIDENTA

DE LA H.

CÁMARA DE

DIPUTADOS

Honorable Cámara de Diputados:


En uso de mis facultades constitucionales, tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que tiene por objeto reajustar el monto del ingreso mínimo mensual a contar del 1 de septiembre de 2018, así como de la asignación familiar y maternal y del subsidio familiar a contar del 1 de agosto de 2018.


  1. FUNDAMENTOS DE LA INICIATIVA


1. CONTEXTO ECONÓMICO


Desde 2017 se ha observado un escenario externo favorable para la economía chilena. El crecimiento mundial alcanzó un 3,8%, el más alto desde 2011, y se proyecta que se mantenga en torno a un 3,9% durante 2018 y 2019. Por su parte, el precio del cobre cerró el 2017 en US$3,1 la libra, su mayor nivel desde fines de 2014. A pesar de este positivo escenario externo, existen riesgos latentes que podrían afectar negativamente el crecimiento mundial. Entre estos destaca el retiro del estímulo monetario en EE.UU., lo que, sumado a la materialización de medidas proteccionistas por parte de EE.UU. y China, han generado un aumento de la volatilidad y condiciones financieras más restrictivas para las economías emergentes. En este contexto, el precio del cobre se ha ajustado a la baja, mientras que el precio del petróleo se mantiene por sobre su nivel de inicios de año, lo que ha deteriorado los términos de intercambio. De seguir escalando la guerra comercial, no es posible descartar un menor crecimiento mundial durante los próximos años, lo cual aún no está interiorizado en las proyecciones de los principales analistas y organismos internacionales.


La economía chilena no crece solo al ritmo de la economía mundial, sino que depende de la forma en que se conduzca internamente. En ese sentido, el crecimiento se aceleró desde fines de 2017, en línea con la recuperación de la confianza de consumidores y empresarios. Estas mejores expectativas se han ido consolidando durante la primera parte del año, apoyadas por un crecimiento de la actividad que, al primer semestre, alcanza un 4,8% interanual. Más allá del mejor desempeño de la minería, se observa una recuperación en sectores importantes como el comercio, manufacturas y construcción. La inversión también muestra cifras positivas después de cuatro años de caídas, lo que es reforzado por el alto crecimiento de las importaciones de bienes de capital durante el primer semestre. El consumo de los hogares también se ha fortalecido, mientras que tanto las exportaciones como las importaciones muestran un mayor dinamismo. En este escenario, los agentes económicos han revisado al alza sus proyecciones de crecimiento para este año y estiman que la economía se expandirá en torno a un 4,0%.


El mercado laboral esboza algunos síntomas de recuperación, pero evidencia cierto rezago respecto de los mayores niveles de actividad. El empleo asalariado privado ha vuelto a registrar cifras positivas durante 2018 y lideró la creación de empleo en el trimestre terminado en junio. Por otro lado, se observa un incremento tanto de la participación laboral, como de los ocupados que buscan empleo, reflejando las mejores expectativas de los agentes. En parte como consecuencia del mayor interés y confianza por conseguir un empleo, así como por efectos estacionales, la tasa de desocupación ha aumentado, ubicándose en 7,2% al cierre del primer semestre. En cuanto al crecimiento de las remuneraciones, éste se ha desacelerado durante la primera parte de 2018, aumentando solo un 2,7% interanual en términos nominales durante junio, equivalente a un 0,1% interanual en términos reales.

En un contexto en que aún se mantienen holguras de capacidad, la inflación se mantendrá bajo la meta del Banco Central al menos hasta finales de 2018. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un aumento interanual de 2,7% en julio y acumula un alza de 1,8% en el año. Por su parte, las expectativas de inflación medidas por los seguros de inflación anticipan que al cierre del año se ubicará en 3,0% interanual, mientras que la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) anticipa un 2,9% en el mismo horizonte.


2. PROPUESTA DE LAS COMISIONES ASESORAS SALARIALES DE 2010 Y 2015


Durante el año 2010 se formó la primera comisión que buscaba caracterizar tanto a los grupos de trabajadores como de empresas afectados por el ingreso mínimo y discutir mecanismos de reajuste del mismo. Dicha comisión evacuó un informe en 2010 que básicamente estableció que el reajuste del salario mínimo dependiera de la productividad media y de la inflación. Dicha productividad media sería calculada como la variación en la actividad económica menos la variación en el empleo.


Luego, en 2014 se firmó un protocolo de acuerdo entre el Gobierno de ese momento y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en el cual se convino la creación de una Comisión Asesora Salarial. El objetivo de esta Comisión fue la de emitir un estudio sobre la situación salarial del mercado del trabajo, considerando un diagnóstico, así como propuestas para avanzar a que los ingresos del trabajo, en especial de los trabajadores que reciben el salario mínimo, les permitieran superar la situación de pobreza. Los resultados fueron entregados en un informe que se presentó en diciembre de 2015. Como principales conclusiones, la Comisión Asesora Salarial propuso reducir el porcentaje de asalariados que viven en situación de pobreza a la mitad en un plazo de 10 años. Para lograr dicho propósito, la Comisión Asesora Salarial reconoció que se requiere de un esfuerzo coordinado del Estado y del sector privado. Tomando como base el escenario más realista analizado por dicha Comisión, se asumió que, para cumplir el precitado objetivo, durante los próximos 10 años el ingreso mínimo y los subsidios monetarios se incrementasen anualmente, en promedio, un 2,2% y 1,4%, real, respectivamente. Una alternativa dada por la Comisión Asesora Salarial fue que el reajuste podría ser algo menor (2,0%) pero que en cuyo caso los subsidios monetarios deberían incrementarse en un 2,8% real. Lo anterior, debía complementarse con la creación de cinco mil nuevos empleos al año, en promedio, para personas que vivan en hogares en situación de pobreza. Por último, cabe señalar que la Comisión Asesora Salarial enfatizó que su propuesta debía ser consistente con los incrementos de productividad que tenga la economía en el futuro.


3. CONSIDERACIONES PARA LA DETERMINACIÓN DEL REAJUSTE DEL INGRESO MÍNIMO


El aumento del ingreso mínimo debe balancear distintas consideraciones. Existe consenso en el país que el ingreso mínimo cumple un importante rol al asegurar un piso salarial, especialmente a los trabajadores con un bajo nivel de escolaridad y capacitación. Este grupo laboral se desenvuelve en un marco de limitadas capacidades de negociación salarial y bajas posibilidades de movilidad en el mercado del trabajo, por lo que necesita este apoyo externo.


Por otro lado, también debe tenerse presente que un aumento del ingreso mínimo muy por encima del crecimiento de la productividad o discrepante con las condiciones macroeconómicas arriesga precarización a través de un menor empleo y potencial informalidad en el mercado de trabajo.


4. PROTOCOLO DE ACUERDO


Con ocasión de un protocolo de acuerdo convenido entre nuestro Gobierno y diversos parlamentarios de ambas ramas del Congreso Nacional, se han consensuado las bases a partir de las cuales se formula la presente propuesta de reajuste al ingreso mínimo así como las fechas en que éste se aplicará.


5. PROPUESTA DE REAJUSTE CONTENIDA EN LA PRESENTE INICIATIVA


Siguiendo los lineamientos de ambas comisiones salariales y del protocolo de acuerdo, la propuesta de reajuste contenida en la presente iniciativa se construye en base a los siguientes elementos: (1) un incremento fijo en septiembre de 2018 y marzo de 2019 y luego de ello un reajuste contingente según el crecimiento de la economía el 1 de marzo de 2020 que se espera estará vigente hasta el 31 de agosto de 2020 ya que con posterioridad empezaría a regir un nuevo reajuste del salario mínimo en base a un nuevo proyecto de ley que por medio del presente proyecto de ley el Presidente de la República se compromete a enviar.


II. CONTENIDO DE LA PROPUESTA


  1. Incremento del ingreso mínimo


Considerando lo anteriormente planteado, la propuesta que se somete a vuestra consideración busca equilibrar las exigencias de la realidad económica con el resguardo del poder adquisitivo de los trabajadores y del empleo. Adicionalmente, se busca dar certidumbre a trabajadores y empleadores respecto a un parámetro tan relevante como el ingreso mínimo, razón por la cual se sugiere un reajuste plurianual tal como se explica a continuación.


En este contexto, este proyecto de ley propone incrementar el ingreso mínimo mensual para los trabajadores mayores de 18 años de edad y menores de 65 años de $276.000 a $288.000 a contar del 1 de septiembre...

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