Raúl Coloma, un arquero contra el tiempo y las pandemias - 10 de Agosto de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 847178785

Raúl Coloma, un arquero contra el tiempo y las pandemias

Nada fue fácil en la vida de Raúl Coloma Rivas. Perdió a su madre a los cinco años y a los 19 su papá lo echó de la casa. "Hubo problemas con mi madrastra y me fui con lo puesto", dice el portero cuya historia arrancó el 9 de julio de 1928."Yo siempre digo que nací en el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, me quedan mirando, creen que soy del 52, pero se olvidan que este señor tuvo un primer período del 27 al 31", matiza con una anécdota, algo que repetirá durante la charla.Coloma vive las incomodidades colaterales del confinamiento. "Llevo cuatro meses encerrado y al no poder salir a caminar me molesta la cadera, seguro que por las voladas. Pero soy disciplinado, si hay que usar máscara, lo hago; tampoco me resfrío. Vivo solo, estoy acostumbrado, quedé viudo hace cuatro años, fue duro eso, pero uno lo va superando. Hago mis cosas: lavo, bueno, lo hace la lavadora, je; leo harto, tengo mi memoria buena y eso es importante (...) Yo ya pasé por la influenza en el 55, esa vez nos dio a cuatro compañeros en Ferro (Bádminton), pero no fue grave, el jugador de fútbol tiene buena salud, no es tan ñecla".El idilio de Coloma con el arco empezó en el barrio Pila, en Estación Central, aunque su padre, Ernesto, siempre quiso que fuese goleador. Deslumbrado con el embrujo de Sergio Livingstone, optó de niño por la posición. "A los 11 años vi jugar al 'Sapo' y quedé maravillado, me enamoré de su estilo, pero no lo imitaba, porque los imitadores en el fútbol no resultan. Lo iba a ver al estadio de Carabineros. Como yo jugaba básquet tenía algunas condiciones, era seleccionado en la escuela Abelardo Núñez. Jugué en el barrio también, siempre con tipos más grandes, eran tiempos en que había un chuico de vino a la orilla de la cancha, pero yo, nada, prefería la Orange Crush, esa de la botella café. Me integré a la tercera infantil de Unión Española en el 43 y ahí conocí a Atanasio Pardo, el suegro de Claudio Bravo. Un dirigente nos llevó a un grupo de niños y les dijo 'estos serán cracks' , Pardo nos saludó y me tocó la cabeza, eso nunca se me olvidó".En Santa Laura, recinto al que se arrimaba en el carro 36 ("llegaba justo hasta la Plaza Chacabuco"), la titularidad fue siempre esquiva para Coloma. "Yo era reserva del 'Nano' Fernández, hasta que me aburrí, porque tampoco me pagaban. En el 49 se fusionaron Ferroviarios y Bádminton (Ferrobádminton) y me fui a probar suerte allá. Éramos siete arqueros al principio hasta que me quedé con el puesto. Pero el...

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