Raqqa, la violenta 'capital' yihadista que fue blanco de los ataques aéreos
Luego, la vida en Raqqa -que fue bombardeada por EE.UU. el lunes en una guerra ampliada contra el Estado Islámico (EI)- retomó su curso normal.
Tal vez es difícil de creer, pero los residentes de la ciudad, que fue capturada por los yihadistas en enero, se han acostumbrado a las decapitaciones, crucifixiones y tiroteos públicos. "A las personas se les ha puesto el cuero duro", aseguró un activista local, quien solicitó la reserva de su nombre a The Wall Street Journal. "Ellos ya no tienen sentimientos. Pueden ver una ejecución y luego dar media vuelta y seguir su camino".
Control total
El EI invade cada parte de la vida en Raqqa. Va más allá del temor y la compulsión religiosa: el EI se ha convertido en un organismo gobernante.
En Raqqa hay un sistema tributario, un sistema de escuelas, un sistema judicial, panaderías, mezquitas; y los sueldos se pagan a tiempo. La ciudad polvorienta de 220 mil habitantes simboliza todo lo que el EI espera alcanzar en la región: una teocracia militarizada en ejercicio.
La amenaza de Raqqa, dicen expertos, no es solo militar. La propaganda del EI describe la ciudad en forma muy entusiasta, como una prueba de que el grupo no quiere solo una matanza, sino también ejercer el poder.
Los caminos serpenteantes que conducen a Raqqa están salpicados de puestos de control, de acuerdo con el sitio web de noticias Al Monitor, medio que envió a un reportero al lugar en marzo. En estos puestos de control, uno de los cuales tiene el nombre de "Dignidad", la policía religiosa les ordena a los pasajeros cómo deberían vestir antes de que puedan entrar a lo que Al Monitor llama una "ciudad de negro".
"Las banderas negras del EI están por todas partes", contó el activista Abu Yusef. "Las mujeres andan cubiertas completamente y solo pueden salir de casa en compañía de sus padres, hermanos o maridos".
El edicto religioso también se extiende hasta el ámbito educacional, donde la música está prohibida, y el comercio. Los miembros del EI recorren las tiendas para exigir a los comerciantes que ya no vendan algún producto, o les ordenan cómo exhibir la ropa femenina. "Tiene que mostrarla dentro de la tienda", le indica un combatiente a un empleado, según un video que captó The Wall Street Journal. "La que quiera comprar esto, la usará para su marido. No hay ningún problema. Puede usarla. Pero usted no puede exhibirla en la calle".
Si la gente no obedece, el castigo puede ser severo. Algunos contaron a The New York Times que a los...
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