Rapa Nui con niños - 13 de Agosto de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 940913049

Rapa Nui con niños

N o podemos seguir avanzando. Hay siete caballos en mitad del camino y no se mueven. Están tranquilos, como si parte de su rutina fuera ver autos que se detienen frente a ellos. Nos habían advertido que, en estos casos, no les toquemos la bocina, ni aceleremos fuerte, ni les tiremos el auto encima: las maniobras más comunes de los continentales cuando se les cruzan animales en el camino. Aquí es distinto. En la isla hay que dejar que los animales se muevan solos, a su ritmo, a su tiempo. Estamos en mitad del trayecto entre Anakena y el centro de Hanga Roa, y lo que toca hacer es esperar. Y sin una carga negativa. De hecho, lo que en otras circunstancias podría ser una mala noticia, aquí se transforma en un panorama:-!Quiero bajarme¡ !Quiero bajarme¡ -dice mi hija, de tres, acostumbrada a pedir "bajarse" del auto frente a cualquier posible panorama.Venimos de pasar la tarde en la playa Anakena. Estamos arriba de un jeep Jimny, blanco, chico, sin sillas de niños, que le arrendamos por 50 mil pesos diarios a una actriz que hace diez años dejó los escenarios y los casting en Santiago para instalarse aquí, en Pascua, en esta isla volcánica en la Polinesia que forma parte del territorio chileno.Estoy manejando, algo que hago muy poco en el continente. En el asiento del copiloto van mochilas con mamaderas, pañales, toallas. Y en el asiento de atrás, una niña de tres, un niño de año y medio y, al medio de los dos, una madre que los lleva agarrados como si fueran dos bidones de agua.Viajar con niños es una de las más extrañas formas de metaviaje. Es decir, hay un viaje dentro de otro. Por un lado están los recorridos turísticos, la visita a los moáis, a las playas, a las reservas, al volcán. Y, dentro de ese recorrido, va el viaje familiar y sus dinámicas.Me bajo del Jimny para bajar a mi hija, y estoy en eso, cuando los caballos se comienzan a mover. Ahora que lo pienso, ella nunca había visto animales así de libres. Y así de cerca. No solo eso: tanto ella como yo estamos por primera vez en la isla. Quizás por eso todo nos da tanta curiosidad, y ver caballos sueltos nos parece tan panorama como subir a un carrusel o tirarnos por un tobogán.PospandemiaHan pasado tres días en Rapa Nui, y nos hemos acostumbrado rapidísimo. El turista de un año y medio ya camina a pata pelada por la isla. Estamos alojados en unas cabañas en Hara Piki, a cinco minutos en auto del centro: el piso tiene pasto disparejo y piedras, sin embargo él se las ingenia para...

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