Radiografía a los entrenadores de Primera
De ellos, uno de los menos conocidos en las canchas nacionales es el argentino Guede (39 años). En La Cisterna cuentan que el DT árabe, que como jugador tuvo un largo paso por las divisiones de ascenso de España, insiste mucho en el tema sicológico. "Transmite que no hay excusas. Que no importan la infraestructura ni los escasos recursos y que se puede trabajar bien igual. Repite mucho que en Nueva Chicago (al que dirigió en Argentina), las condiciones eran peores y que igual se podía ganar". Con ese club logró el ascenso a la B Nacional.
Nada de aros en O'Higgins
Otro que llegó este año desde el otro lado de la cordillera es Facundo Sava, quien llegó a Rancagua recomendado por Eduardo Berizzo. "Tiene similitudes con el 'Toto', pero impone su sello. Por ejemplo, es más riguroso con los horarios de los jugadores: a las 9 de la mañana tienen que estar todos desayunando en el Monasterio Celeste; si alguien no cumple, lo multa. No tolera los aros, cadenas ni ningún adorno similar y es obsesivo con ciertos detalles, como el largo del pasto de las canchas de entrenamiento", dicen en el vestuario de O'Higgins.
El cabalero
En Cobreloa tienen a Trobianni en un altar. "Respira fútbol por todos lados", dicen. Y agregan: "El hombre tiene varias cábalas. Cuando vamos de viaje y el avión despega, él empieza a hacer el típico gesto con los dedos de los hípicos cuando corren los caballos, y el tradicional sonido... Y si ganamos, al otro partido repite las mismas rutinas al levantarse, almuerza lo mismo, entra por la misma puerta al estadio, cosas así...". Junto a su hijo Marcelo (ayudante) tienen dos muletillas: "Ostias y joder, porque vivieron mucho tiempo en España", cuentan en el vestuario minero.
Mandan los delanteros
De los 18 entrenadores, solo Bozán no jugó profesionalmente. En cuanto al resto, seis fueron delanteros; cinco, volantes; cuatro, defensas centrales y solo dos arqueros (ver infografía). Una particularidad: siete técnicos tienen como ayudantes a ex defensas. A saber, Falcioni se apoya en Javier Sanguinetti; Vera, en Miguel Ramírez; Basay, en Alejandro Hisis; Héctor Tapia, en Miguel Riffo; José Luis Sierra, en Pedro Reyes; Pellicer, en José Calderón, y Pablo Sánchez (U. de Concepción) en Pablo Graff.
Para algunos, además, no todo fue fútbol en la vida: Mario Salas y Héctor Pinto son profesores de Educación Física, en tanto que Falcioni se tituló de periodista en Argentina. José Cantillana, a su vez, estudió Contabilidad y Sava y Bozán...
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