Querido Dakar, dos puntos
Felipe Prohens
Es extraña la cantidad de argentinos que sale a la calle, con 35 grados de calor, en un día feriado y que te gritan como si fueras su ídolo, cuando, en verdad, ni te conocen. "Hey, what's your name? me preguntó un grupo, mientras me pedían un autógrafo. Es el tercer Año Nuevo que paso acá, sin mi familia, por culpa del Dakar. No es para exagerar: igual antes siempre me iba a un carrete y los dejaba. A mi polola en Chile le dije que saliera no más, nunca tan celoso.
Rodrigo Ramírez
Estoy muerto. Cuatro horas al sol en Buenos Aires para pasar, por tres minutos, por la rampa me insolaron. Lo pasé pésimo en el enlace: llegué a Victoria deshidratado, con dolores de cabeza. Me tomé dos Panadol y fui a la reunión de pilotos. Todos hablan de lo lindo que era el campamento al lado de Río Paraná, que es el más bello que han visto jamás. Yo pienso en cómo me están devorando los zancudos mientras me quedo dormido.
2 de enero, Victoria a Córdoba
Daniel Gouet
Los baños del campamento son asquerosos: las duchas parecen piscinas y de lo otro ni hablar. En serio me da asco. Me estoy aguantando o esperando que algún argentino me dé un dato bueno. Por otro lado hay que ser justos: las chiquillas acá en Córdoba están muy buenas, en Tucumán también estaban harto ricas, pero en Córdoba está la mano, el mejor ganado. Quiero entrar luego a Chile.
Rodrigo Ramírez
Ya sé por qué los punteros andan tan rápido: llegan antes que nadie a las duchas. Para el resto de nosotros son un asco.
Felipe Prohens
Me equivoqué: !hay gente que me conoce¡ Durante el año pasado me empezaron a llegar e-mails a mi página web de una niña argentina de Victoria que decía que me había visto por la tele. Decía que me admiraba mucho y a mi hermano también, y mandó correos todo el año. Igual encontraba medio psicótica la situación. El asunto es que estaba parado en el enlace, cuando viene alguien de lejos gritando: !Felipe¡ !Felipe¡ Era esta niña, que nos había hecho una bandera especialmente a los dos. Vivía por ahí cerca. Estamos hablando de las siete de la mañana. Es heavy. Al final me emocionó porque era de origen humilde, trabajaba en una fábrica e igual se dio tiempo para hacernos la bandera e ir a entregarla. Psycho, pero tierno.
3 de enero, córdoba a San Miguel
Javier Campillay
La comida está buena: harto fideo, pero a las tres horas ya estoy muerto de hambre de nuevo, así que no perdono las barritas de cereal. El verbo es improvisar: ayer, con la lluvia, se nos empañaba el vidrio de adentro a cada rato en plena carrera (nunca había echado de menos tanto un defroster), así que mi copiloto tuvo pega nueva: limpiaparabrisas. Le debería dar unas monedas extras. Todos hablan mucho de las duchas, pero...
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