¿Por qué el optimismo puede ser una mala noticia? - 6 de Enero de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 484468510

¿Por qué el optimismo puede ser una mala noticia?

Casi todos los años desde el final de la crisis financiera han comenzado con expectativas optimistas entre los meteorólogos estadounidenses, y esta vez no es diferente. Los mercados bursátiles están boyantes, la confianza de los consumidores está mejorando y videntes económicos están elevando sus previsiones de crecimiento para 2014. El índice de acciones de Estados Unidos SyP 500 se encuentra en un máximo histórico, luego de subir 30% en 2013, la mayor ganancia anual en casi dos décadas. Impulsado por Estados Unidos, el crecimiento global cercano al 4%, en una base de paridad de poder adquisitivo, parece posible. Eso sería casi un punto porcentual más rápido que el de 2013 y la mejor demostración en varios años.

Sin embargo, en medio de la alegría del año nuevo, vale la pena recordar que en casi todos los años desde la crisis financiera, las expectativas optimistas nos han decepcionado. El mayor peligro en esta ocasión es el propio optimismo.

Alivio fiscal

En todo el mundo rico, las cosas se están viendo mejor. La recuperación de Gran Bretaña se está acelerando. La economía de Japón parece lo suficientemente fuerte como para hacer frente al inminente aumento del impuesto sobre el consumo. Incluso las perspectivas de Europa son menos tristes. Pero es Estados Unidos el que está impulsando esta recuperación.

El crecimiento de Estados Unidos se apoya en bases sólidas. En primer lugar, los hogares y los balances corporativos están en buena forma. A diferencia de los europeos, que apenas han reducido su deuda privada, los estadounidenses han puesto la resaca de la crisis financiera tras ellos. El resurgimiento de los precios inmobiliarios es testimonio de ese contexto. En segundo lugar, gracias a la energía barata, los años de moderación salarial y un dólar relativamente débil, Estados Unidos es competitivo. Estos dos factores se han combinado para producir un crecimiento del empleo más rápido, que junto a los altos precios de las acciones, sugiere un fuerte gasto de los consumidores y una mayor inversión por delante. Finalmente, la presión fiscal está disminuyendo. En 2013 el gobierno federal tomó el 1,75% del PIB de la economía con alzas de impuestos y recortes de gastos. El acuerdo sobre el presupuesto recientemente acordado ayudará a reducir la presión fiscal en un 0,5% del PIB este año. Todos estos factores podrían impulsar el crecimiento de Estados Unidos en torno al 3% en 2014, muy por encima de su tasa tendencial.

Más gasto de las...

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