Psicopatología del movimiento Estudiantil - 8 de Agosto de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 646592997

Psicopatología del movimiento Estudiantil

Esta condición psíquica de cierta fragilidad se ve sumamente exigida por la dinámica de los grupos grandes. A cualquier ciudadano que entra a formar parte de uno se le activa un fenómeno psíquico denominado "alienación", una pérdida del sentimiento de la propia identidad, que constituye una señal de alarma básica frente a los peligros inherentes a la aparición de emociones primitivas, en especial la agresión y la simplificación del pensamiento. Es esta sensación de alienación la responsable del ansia por transformar el régimen establecido. El problema surge cuando no se logra fraguar una ideología de calidad y con un compromiso maduro. En este caso, la ideología adquiere un carácter de "ideología mesiánica": el mundo se divide entre los buenos (quienes adhieren a esa propuesta rígida y fanática) y los malos, que son de inmediato excluidos, con los característicos fraccionamientos del grupo como consecuencia. Ideologías de este tipo otorgan un sentido de ser todopoderosos, les prometen un futuro esplendoroso, pero, al mismo tiempo, demandan una sumisión completa a las reglas y regulaciones grupales, y una obediencia total al líder. La situación se va tornando cada vez más caótica, y se va perdiendo la conexión con la masa. Las personas más equilibradas pronto van encontrando ese tipo de ideología como vaga y simplista, un insulto a la inteligencia, y se alejan cada vez más de la cacofonía de voces y declaraciones altisonantes que ella supone.

Dado el nivel de desestructuración, confusión y angustia al que evoluciona el grupo, este elige a líderes cada vez más extremistas, menos dispuestos a pensar y, en cierto sentido, más disfuncionales.

Ubiquemos ahora esta dinámica en un grupo adolescente. A las limitaciones provenientes de su crisis de identidad, se suman otros factores agravantes. En primer lugar, el liderazgo transitorio (de no más de un año de duración, característico de los movimientos estudiantiles) dificulta el pensamiento a largo plazo que requiere una buena ideología. Además, el líder transitorio está muy preocupado por darle continuidad a su liderazgo y se empeña en que sea una plataforma para hacer carrera política, lo cual activa aspectos narcisistas que potencian una actitud calculadora y egocéntrica.

Por otro lado, su inexperiencia le impide ver la complejidad del proceso y procede ingenuamente; recurre a alternativas que parecen ser soluciones muy novedosas, pero que no son más que simplificaciones un tanto infantiles: por...

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