Proyecto de ley que autoriza erigir un monumento a José María Escrivá de Balaguer.
Fecha | 16 Octubre 2002 |
Número de Iniciativa | 3099-17 |
Fecha de registro | 16 Octubre 2002 |
Etapa | Archivado |
Materia | MONUMENTOS |
Autor de la iniciativa | Errázuriz Eguiguren, Maximiano |
Tipo de proyecto | Proyecto de ley |
Cámara Legislativa de Origen | Cámara de Diputados,Moción |
BOLETIN N° 3099&8209;04
MONUMENTO A JOSEMARIA ESCRIVA DE BALAGUER
Josemaría Escrivá de Balaguer nace en Barbastro, España, el 9 de enero de 1902. Fue el segundo de los seis hijos que tuvieron José Escrivá y María Dolores Albás.
Entre 1910 y 1913 mueren sus tres hermanas más pequeñas y en 1914 la familia experimenta, además, la ruina económica.
En el invierno de 1917&8209;1918 tiene lugar un hecho que influirá decisivamente en Josemaría Escrivá: durante las Navidades cae una intensa nevada sobre la ciudad. Un día, ve en el suelo las huellas heladas de unos pies sobre la nieve. Son las pisadas de un religioso carmelita que caminaba descalzo. Entonces se pregunta, "si otros hacen tantos sacrificios por Dios y por el prójimo, ¿por qué no voy a ser yo capaz de ofrecerle algo? Comencé a barruntar el Amor, a darme cuenta de que el corazón me pedía algo grande y que fuese amor". Decide hacerse sacerdote pensando que así podría cumplir mejor la voluntad divina.
Junto con sus estudios eclesiásticos, cursó Derecho. A los veinte años es nombrado inspector del Seminario.
El 28 de marzo de 1925 Josemaría es ordenado sacerdote en la iglesia del Seminario de San Carlos de Zaragoza.
En 1927 se va a Madrid para hacer el doctorado en Derecho Civil, que solo podía obtenerse en la Universidad Central de la capital de España. Aquí, su celo apostólico lo pone en contacto con gente de todos los ambientes de la sociedad: estudiantes, artistas, obreros, intelectuales, sacerdotes. En particular, se entrega sin descanso a los niños, enfermos y pobres de los sectores periféricos.
El 2 de octubre de 1928 nace el Opus Dei. Su objetivo: abrir en la Iglesia un nuevo camino vocacional, dirigido a difundir la búsqueda de la santidad y la realización del apostolado mediante la santificación del trabajo ordinario en medio del mundo, sin cambiar de estado.
"De lejos allá, en el horizonte, el cielo se junta con la tierra. Pero no olvides que donde de veras la tierra y el cielo se juntan es en tu corazón de hijo de Dios", decía Josemaría. Su predicación subraya constantemente la primacía de la vida interior sobre la actividad organizativa. "Estas crisis mundiales son crisis de santos", escribió en Camino. Y la santidad requiere siempre esa compenetración de oración, trabajo y apostolado que denomina "unidad de vida" y de la que su propia conducta...
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