Las propuestas para hacer frente a la crisis migratoria dividen en dos a la Unión Europea
La iniciativa de la Comisión Europea de otorgar una dimensión comunitaria al problema de los refugiados es fuertemente respaldada por Francia y Alemania, incluso Italia, que concentran casi el 60% de las demandas de asilo. Sin embargo, no recibe el mismo apoyo por parte de los países del Este.
Mientras el Presidente francés, François Hollande, y la Canciller alemana, Angela Merkel, centran su plan para solucionar la crisis en la creación de un mecanismo permanente para distribuir a los refugiados entre los miembros de la UE de forma "equitativa" y "obligatoria"; Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría se pronunciaron ayer contra esta alternativa. "Insistimos en el carácter voluntario" de la decisión, aseguraron.
La medida franco-alemana busca aliviar a los miembros más presionados y evitar que todos los que buscan refugio traten de alcanzar solo los países que les dan mejor atención. Además, dentro de su propuesta -que será examinada el 14 de septiembre por los ministros del Interior de la UE-, París y Berlín plantean reforzar el sistema de asilo europeo, asegurar el retorno de migrantes indocumentados a sus países de origen, ampliar el esfuerzo para combatir a las mafias de traficantes de personas y aportar el apoyo y la cooperación necesarios a los países en conflicto y de tránsito.
Los socios del Este, en cambio, exigen mayores controles de las fronteras externas del bloque y que se instalen con más rapidez centros de registro de refugiados en los países más afectados por la ola migratoria.
En Bruselas, se barajan varias opciones para responder a la negativa de miembros del bloque y hay quien amenaza incluso con sanciones, como la posibilidad de denegar ayuda financiera a los países que no quieran cumplir las cuotas.
"La solidaridad no es una calle de un solo sentido", ha dicho el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
Pero los líderes están tratando de encontrar el difícil equilibrio entre ofrecer asistencia y no alentar a más personas a dirigirse a Europa. El Primer Ministro británico, David Cameron, respondió ayer a quienes lo han criticado por su indiferencia con la crisis con la promesa de acoger a varios miles de refugiados sirios, aunque solo a quienes estén en campamentos de la ONU.
Cameron no dio detalles o números firmes sobre la cantidad de personas que Gran Bretaña recibiría. Pero Melissa Fleming, portavoz de la Alta Comisionada de la ONU para los Refugiados, dijo que serían 4.000.
Sin embargo, en lo que...
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