Prólogo a la segunda edición
| Autor | Carl J. Friedrich |
| Cargo del Autor | Profesor de la Universidad de Heidelberg |
| Páginas | 13-13 |
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LA FILOSOFÍA DEL DERECHO
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
LA PRESENTE edición contiene correcciones y adiciones que fueron propuestas o
indicadas por las muchas y muy provechosas reseñas bibliográficas que han apare-
cido en doctos periódicos. Me gustaría añadir, en vista de mi actitud general sobre
derecho e historia, que la segunda parte de este li bro no pretende ser una justa y
cabal filosofí a del derecho, ni siquiera un bosquejo; se propone simplemente hacer
resaltar ciertos problemas que a mi parecer deben estar hoy en el primer término,
en tanto que muchos otros que también s e estudian aquí han recibido en el pasado
un tratamiento más o menos satisfactorio. Una crítica se ha expresado a menudo, y
es que n o se ha concedido espacio adecuado a las aportaciones de la jurisprudencia
norteamericana contemporán ea, espe cialmente la l abor del llamado rea lismo. Yo
alegaría que un tra tamiento que dedica un total de catorce pági nas a P latón y
Aristóteles fue bastante favorable para los relativistas, formalistas y escépticos con-
temporáneos al asignarles la mis ma cantidad de espacio. No obstante, he añadido
un par de párrafos y he incluido un artículo de crítica que apareció en la década de
1930 y que contiene algunas de las principales dudas acerca de este enfoque de la
filosofía del derecho. He incluido también un ensayo so bre «Derecho e Historia»
que había preparado para una conferencia sobre derecho y humanidades bajo los
auspicios del Consejo Norteamericano de Sociedades Doctas en 1960 y que luego ha
aparecido en la Vanderbilt Law Review, octubre de 1961.
Algunos críticos subrayan el hecho de que no investigué in extenso las realida-
des políticas y sociales que moran tras el derecho. Del todo aparte del hecho que las
limitaciones de espac io i mpuestas por razones editoriales hace n pro hibitiva esa
exploración, me pareció que mis restantes obras y trabajos proporcionaban prueba
suficient e d e m is opiniones. Puesto que en es te m ismo año publico una teoría
política amplia mente comprensiva, espero que se me pueda perdonar la referencia
a esa obra como compañera del presente estudio.
En conclusión, me gustaría mencionar que no me considero un kantiano ni un
neokantiano, puesto que estoy básicamente en desacuerdo con la distinción de Kant
entre noúmenos y fenómenos, entre norma y hecho, que constituye un aspecto tan
capital de la mayor parte de la filosofía jurídica contemporánea, incluyen do las
llamadas escuelas del derecho puro y realista. Por el contrario, me inclino hacia el
criterio de que en último término norma y hecho son aspectos de la misma realidad
que se nos revela y se nos da a conocer únicamente por medio de la experiencia
humana. Éste es un punto de vista que me hace sentir afín, por una parte, a Aristóteles
y a Tomás de Aquino y, por otra, al más adelantado pensa miento sobre la natura-
leza d e la realidad en la ciencia contemporánea.
Cambridge, Massachusetts, 30 de enero de 1963
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