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Prohíbe el ingreso y uso de dispositivos móviles de telecomunicaciones en los establecimientos de educación parvularia, básica y media, con las excepciones que indica

Fecha08 Agosto 2019
Número de Iniciativa12885-04
Fecha de registro08 Agosto 2019
MateriaDISPOSITIVOS MOVILES
Autor de la iniciativaBellolio Avaria, Jaime, Carvajal Ambiado, Loreto, Girardi Lavín, Cristina, Hoffmann Opazo, María José, Muñoz González, Francesca, Santibáñez Novoa, Marisela, Schalper Sepúlveda, Diego
EtapaPrimer trámite constitucional (C.Diputados) Primer informe de comisión de Educación
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Moción

Prohíbe el ingreso y uso de dispositivos móviles de telecomunicaciones en los establecimientos de educación parvularia, básica y media, con las excepciones que indica


Boletín N° 12885-04


De conformidad a lo dispuesto en los artículos 63 y 65 de la Constitución Política de la República, lo prevenido en la ley Nº 18.918 Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y lo establecido en el reglamento de la H. Cámara de Diputados y conforme los fundamentos que se reproducen a continuación vengo en presentar la siguiente moción.


FUNDAMENTOS


Estadísticas y Efectos Sociales


De acuerdo a los datos de telefonía del INE 2019 del mes de Mayo Chile hoy en día cuenta con 29.904.887 dispositivos celulares móviles (26.676.143 personales y 3.228.744 empresas).1. La presente propuesta demuestra el incremento del uso de telefonía móvil en los niños y niñas en Chile. Según el estudio comparativo internacional efectuado por el Groupe Speciale Mobile (GSM) y Nippon Telegraph and Telephone-Dokomo (NTT-Dokomo), en Chile un 44% de niños y niñas de 10 años de edad poseen teléfonos móviles, acceden a internet, redes sociales y descargan aplicaciones, cifras que lo colocan por sobre Japón u otros países desarrollados (GSM y NTT-Dokomo, 2012)2.


La Academia Nacional de Medicina, la Academia de las Tecnologías y la Academia de las Ciencias, todas de Francia, se asociaron para estudiar la situación actual sobre las pantallas creando el estudio L’enfant, l’adolescent, la famille et les écrans Appel à une vigilance raisonnée sur les technologies numériques.3 Este estudio señala que: Los límites del concepto de adicción, vastamente utilizado, se apoyan sobre la imprecisión de su definición. La clasificación de la OMS no incluye las adicciones conductuales, aparte del juego de azar y de dinero patológico y más recientemente, las prácticas patológicas del video juego. ¿“La adicción a las pantallas” es de verdad una adicción? Esta implica un uso desconsiderado y excesivo de las pantallas, una “pérdida de control” sobre el tiempo que pasa frente a la pantalla, una dificultad para limitar el uso sin síntomas de abstinencia, y las consecuencias negativas eventuales sobre el desarrollo psicomotor del niño. Si bien hay una gran vigilancia, el conjunto de estos elementos falta por explorar y para poder definirlo mejor.4


En el mismo estudio francés se señalan ciertas recomendaciones para los educadores: Los educadores deben fomentar el uso innovador de las tecnologías como método de aprendizaje, teniendo un reglamento estricto y monitoreo del acceso a contenidos no permitidos. Deben informarse y educar acerca de los riesgos en salud asociados al uso ilimitado a los medios, actuando colaborativamente con los padres para aprovechar las ventajas evitando riesgos (El subrayado es nuestro).5


Como conclusión general señalan que: La exposición de los niños y de los adolescentes a diversos tipos de pantallas tiene efectos múltiples, muy diferentes según los rangos de edad. En los más chicos, el problema es sobre todo la sobreexposición. En el niño más grande y particularmente en el adolescente, el problema es antes el del contenido que el de la cantidad.

El problema de la dependencia, bajo distintas formas, es preocupante, sin que conozcamos completamente las bases fisiopatológicas y sus relaciones con la adicción.


Las consecuencias sobre la conducta y la actividad, intelectual y social, dependen mucho de los casos pero aparecen cada vez más sobre todo si el niño está en estado de vulnerabilidad.

Estos aspectos negativos, muy variables de un niño a otro según las modalidades de exposición a las pantallas, deben llamar a una gran vigilancia, especialmente por parte de padres y educadores.6


Ahora bien, en una encuesta hecha en México a 147 adolescentes de 13.25 años promedio se señaló que: el 63.6% de hombres y 60.3% de mujeres reportan problemas en el colegio a causa del celular (distracción o interrupción de la clase).7 Además, en la misma encuesta se demuestra que la prevalencia de celulares en el colegio facilita la producción de material sexualizado adolescente. En efecto, un 53% de los adolescentes han visto una foto sexualizada de un amigo por medio de un celular.8


Dramáticamente, el tiempo de pantalla (celular, TV, videojuegos, computadora o tablets), de niños de 8 años es casi 8 horas diarias, y en adolescentes sobre 11 horas diarias (Kaiser Family Foundation, 2010). Tres de cuatro adolescentes tienen televisor en su pieza, y reciben o responden mensajes de texto luego de apagar las luces en su dormitorio, lo que interrumpe el sueño y daña el desarrollo cerebral9. Existe considerable evidencia de que un televisor en la pieza aumenta el riesgo de obesidad, abuso de substancias y exposición a contenido sexualmente explícito. Además, el uso excesivo de pantallas y celulares lleva a déficit atencional, problemas escolares, desórdenes del sueño y de la alimentación. Internet y los celulares son plataformas que acarrean riesgos de comportamientos peligrosos y de violencia.10


En ese contexto, el último informe de UNICEF sobre la materia, denominado “Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital”, nos revela en primer lugar, ciertos datos a considerar como que los niños y adolescentes menores de 18 años representan aproximadamente uno de cada tres usuarios de internet en todo el mundo, siendo los jóvenes, de entre 15 a 24 años, el grupo de edad más conectado a internet; donde el 71% están en línea, en comparación con el 48% de la población total. Agrega que, este acceso a la conexión que tienen hoy niños y jóvenes, si bien ha dado una serie de oportunidades ilimitadas a los niños para aprender y socializar, da cuenta también de una serie de peligros a los que los niños se encuentran expuestos, ya que el mal uso de internet ha aumentado la vulnerabilidad de los niños, entre ellos el uso indebido de su información privada, el acceso a contenidos perjudiciales y el acoso cibernético, por ejemplo.11


Por su parte, la OCDE, en su último informe sobre tecnología digital de 2019 ¿Cómo es la vida en la era digital? (How's Life in the Digital Age?)12, nos refuerza nuevamente que las tecnologías digitales pueden ayudarnos a vivir mejor, pero que requieren de habilidades técnicas, emocionales y sociales para conciliar la vida digital y real de una manera equilibrada, así como para evitar las dificultades psicológicas y otros riesgos asociados al uso indebido de las tecnologías de la información. Es importante señalar que el informe se basa en once dimensiones del marco de medición de bienestar que la OCDE tiene para evaluar los riesgos y oportunidades de usar Internet y otros dispositivos móviles, y entre las cuales está la dimensión educación. Al respecto, se plantean que en esta dimensión existen oportunidades y riesgos.13


En relación a los riesgos de los recursos digitales en el aula, se señalan dos temas principalmente:

· Su uso puede presentar riesgos para los resultados de aprendizaje. Se señala que los resultados de las experiencias de aprendizaje digital en las escuelas son algo variadas, y muchos estudios reportan beneficios limitados o nulos de la educación digital (Bulman y Fairlie, 2016; Escueta et al., 2017).

· El informe, siguiendo la evidencia que proporciona el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), si bien reconoce que el uso de recursos digitales en el aula es beneficioso para los resultados de aprendizaje; precisa que el uso excesivo puede tener un impacto negativo en los resultados de aprendizaje (OCDE, 2015b). Específicamente, este efecto negativo puede ser el resultado de mayores distracciones en el aula, por ejemplo cuando los estudiantes usan la conexión a Internet para chatear o jugar en lugar de aprender (McCoy, 2013). Desafortunadamente, concluye el informe, no hay datos disponibles sobre el potencial de distracción de las tecnologías digitales dentro de las escuelas.

· Por último, se señala la falta de habilidades digitales de los docentes puede también contribuir a que no haya mejores resultados de aprendizajes en su uso, ya que al no estar...

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