Profetismo de cátedra - 31 de Julio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 908186614

Profetismo de cátedra

Uno de los conceptos que Weber acuñó -lo hizo en sus escritos sobre metodología- fue "profetas de cátedra". Llamó así a quienes formulaban puntos de vista políticos respaldándolos en la supuesta autoridad de una disciplina científica o universitaria.Eso es lo que acaba de hacer el Consejo de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica, al rechazar el proyecto constitucional: deslizarse hacia ese quehacer profético que Weber aconsejaba evitar.En opinión de Max Weber, la tarea de la ciencia consistía en iluminar con la sobriedad de la razón los datos o hechos; dejando al debate ciudadano decidir cómo estimarlos o desestimarlos. La valoración de esos datos o esos hechos era la tarea del ciudadano, del político o del religioso, pero no del universitario en cuanto tal. El catedrático no debía arrogarse el derecho a emitir desde la cátedra unos veredictos decisivos, menos "en nombre de la ciencia".No se trata, por supuesto, observó Weber, de que quien tiene una cátedra se abstenga de tomar posición en el debate, solo que no debe hacerlo esgrimiendo su autoridad de profesor o de universitario. Para propagar sus puntos de vista prácticos o políticos, sugiere Max Weber, el catedrático dispone de otros foros distintos a la institución donde cultiva su disciplina: la prensa, el púlpito, las reuniones públicas, los ensayos, todos esos espacios abiertos a la crítica y al debate donde quien escucha o lee es un igual a aquel que perora o escribe. Emitir opiniones políticas o ideológicas desde la cátedra o el puesto de profesor conlleva el equívoco, por ejemplo ante los estudiantes, de que es la ciencia la que las está dictando y autorizando. No es correcto que el profesor promueva sus puntos de vista en calidad de tal, porque en cuestiones ideológicas la ciencia enmudece. Y menos ha de hacerlo en la universidad y sus aulas, puesto que estas conceden (a los profesores) un silencio aparentemente objetivo, incontrolable, que los protege de la discusión y, en consecuencia -concluye Weber-, de las contradicciones.Las palabras de Max Weber han de ser repetidas estos días en que los universitarios se sienten tentados de envolver su punto de vista con el prestigio del saber universitario. Fue el caso de esa declaración de la Pontificia Universidad Católica. En ella, un conjunto de profesores afirma que el proyecto constitucional no merece su apoyo porque vulnera "la dignidad y libertad de las personas, la unidad del país y la paz social"...

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