Un profesor de economía impulsa el ascenso de Ciudadanos en España
Dos presidentes del gobierno español y algunos de los hombres más ricos del país ibérico han sido víctimas de sus comentarios.
En su rol como principal arquitecto de políticas de Ciudadanos, hasta hace poco un partido político desconocido cuya creciente popularidad ha sido la sorpresa de la campaña, Garicano está ahora sacudiendo el panorama político de España a pocos días de las elecciones del 20 de diciembre. Todo esto mientras disfruta de una licencia de su puesto de profesor en la London School of Economics.
Las encuestas muestran que ni el oficialista Partido Popular (PP) ni el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) están cerca de ganar una mayoría absoluta, lo que podría darle un papel decisivo a la agrupación de centroderecha Ciudadanos.
Ciudadanos fue fundado en 2006 en Cataluña y se concentró en oponerse al movimiento secesionista local. La experiencia de Garicano en el desarrollo de políticas, sumada al carisma del joven líder del partido, Albert Rivera, y al desencanto generalizado con la clase en el poder tras años de crisis económica, contribuyó a que el partido lograra alcance nacional.
Ataques con pocos resultados
Los viejos partidos han intensificado sus ataques contra Ciudadanos, con pocos resultados.
Según una encuesta de finales de noviembre de la firma Metroscopia, el conservador PP -del presidente del gobierno, Mariano Rajoy-, el PSOE y Ciudadanos están cabeza a cabeza en las proyecciones de voto. Rivera ha dicho que si Ciudadanos no gana las elecciones, no respaldaría a Rajoy para un segundo mandato.
Con una tasa de desempleo por encima de 20% y un torrente de escándalos políticos, España necesita una profunda reforma, dijo Garicano en una entrevista.
Este economista de 48 años propone reformar un sistema educativo que obliga a los niños a pasar horas memorizando información y que ha llevado a España a tener la tasa de deserción escolar más alta de la Unión Europea. También quiere modernizar una ley laboral que crea dos clases de trabajadores: los casi imposible de despedir y aquellos que solo pueden obtener empleos temporales.
Su más enfático objetivo es la lucha contra las políticas de clientelismo y amiguismo.
Un paso fundamental, dijo, será revisar las agencias regulatorias, que en su opinión se han vuelto demasiado cercanas a las grandes corporaciones, los partidos políticos y otros intereses del establishment . Otra medida será tirar a la basura un modelo de desarrollo basado en grandes proyectos de...
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