La procrastinación es común en los universitarios de primer año - 9 de Abril de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 708048333

La procrastinación es común en los universitarios de primer año

A las afueras del Campus Lo Contador de la UC, Catalina dice que no ha avanzado en la presentación que debe entregar en unos días. Aunque sabe que el plazo se agota, la estudiante de diseño se ha inventado excusas para no empezar con la tarea; desde terminar el capítulo de la serie que la tiene enganchada, hasta convencerse de que bajo presión sus ideas son mucho mejores. Esto que en Chile podría ser descrito como "sacar la vuelta", en el mundo universitario se conoce como procrastinación académica.

"Hay una demora voluntaria de las obligaciones ya planificadas. Esto, a pesar de saber que eso significará una consecuencia negativa", indica el neurólogo y profesor de la U. de Talca, René Meza.

"Puede entenderse como la tendencia a postergar la realización de actividades académicas reemplazándolas por actividades más placenteras, pero irrelevantes", agrega Carolina Pollmann, psicóloga de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la U. del Pacífico.

Es difícil definir hasta qué punto el acto de procrastinar responde a una condición médica o se trata de una etapa de vida que puede mantenerse en algunos durante algún tiempo, plantea el doctor Meza. "Ante la pregunta dirigida a alumnos sobre manifestaciones relacionadas con este concepto, aparecen cifras muy altas. En particular durante el período de la adolescencia y en las primeras etapas de estudios superiores", dice. Y agrega: "Se ha visto una disminución de este fenómeno en la medida que nos acercamos a la etapa de adultez temprana, cuando se alcanza un mayor grado de autonomía y regulación de impulsos en los estudiantes. Esto coincide con la consolidación en el desarrollo de las áreas cerebrales prefrontales, encargadas de regular nuestras conductas y visualizar de mejor manera las consecuencias de nuestros actos".

El que la procrastinación baje con el tiempo no significa que no se pueda disminuir desde antes. Porque si bien tomarse una pausa es bueno de vez en cuando, si la tendencia de dejar todo para última hora se vuelve algo constante, saber que se están postergando las tareas puede producir angustia. Por lo mismo, los períodos de ocio pueden dejar de ser de relajo.

Metas claras

Para empezar a romper la tendencia a procrastinar, Carolina Pollmann recomienda estar atento a los factores que inciden en su aparición: sentir que es mejor dejar para último minuto el estudio de la materia que se considera difícil, para así no decepcionarse de antemano -algo que no tiene mucho sentido, si se...

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