El proceso que no fue - 17 de Enero de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 658361433

El proceso que no fue

Ayer, en ceremonia cargada de simbología política, el Consejo Ciudadano de Observadores entregó su informe a la Presidenta Bachelet. También entregó un documento llamado "Bases", que La Moneda ha llamado insistentemente "bases para una nueva Constitución".

El proceso constituyente, en rigor, nunca fue tal. Falto de energía política propia, se trató más bien de una curiosa pero interesante sucesión de reuniones de ciudadanos que, convocados por el Gobierno y con la oposición marginada de él, debatieron sobre asuntos de política pública.

Del informe del Consejo de Observadores, hay que tener presentes tres cosas. La primera es que este órgano, si bien afirmó que los encuentros y cabildos se desarrollaron en general sin una intervención distorsionadora del Gobierno, no estimó que su resultado se pueda denominar como bases para una nueva Constitución. Dice textualmente que "no califica la suficiencia jurídica o política del proceso" como instrumento constituyente. Y no podría hacerlo, porque con una participación de solo 200 mil personas en un padrón electoral de 13 millones, la representatividad de lo que de ahí emana es escasa. El informe da cuenta, además, de varios aspectos deficientes del proceso, tales como la educación cívica, el tratamiento de protección de datos personales de los participantes, y otros.

Lo segundo que el informe advierte se refiere a las limitaciones de la metodología usada, que promovió una restricción progresiva en el uso de los espacios para "ranquear" principios, derechos e instituciones. Por lo mismo, como afirma el Consejo, la riqueza ciudadana de las opiniones recogidas en los ELAs...

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