La privacidad es privada - 6 de Julio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 576948050

La privacidad es privada

La gerencia tomó muestras de los despojos biológicos para extraerles el ADN y así descubrir a los provocadores. Luego de ello, utilizando información sobre el ADN de dos empleados, Jack Lowe y Dennis Reynolds, los acusó de haber ensuciado el lugar.

Estos se querellaron por uso indebido de su información genética y la justicia falló en su favor. Los jueces condenaron a la empresa a pagarles 2,25 millones de dólares (aproximadamente 1.428 millones de pesos) a los dos empleados. El caso aparece publicado en la revista Nature de la semana pasada.

El Acta de no discriminación genética de los EE.UU. protege la privacidad de la información genética. (Para colmo, el ADN en las heces, quedó ulteriormente demostrado, no coincidía con el ADN de los acusados).

Pero, solo por jugar, imaginemos algo peor, que no solo hubieran defecado en el piso del recinto, sino que lo hubieran hecho sobre los computadores, generando ahí un daño mucho mayor que el temporal mal olor de la leve falta original.

Queda así clarísimo que sería conveniente establecer precedentes: nadie debería poder defecar en los recintos de la empresa donde trabaja, salvo en los lugares expresamente dedicados para tal objeto.

Estos recintos, además, deben estar ubicados en lugares hacia los cuales apunten letreros muy visibles. Los letreros deberán estar en el idioma nativo o, en su defecto, mostrar un logotipo reconocible; se debería, eso sí, permitir el uso de abreviaturas extranjeras, como W.C. u otras ampliamente difundidas.

Por otra parte, si la empresa, por algún motivo, posee la información del ADN...

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