PRINCESS CRUISES La vida paralela de Alaska - 24 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 693609101

PRINCESS CRUISES La vida paralela de Alaska

donde habitan osos y alces, pero que todos conocen porque allá fue donde Chris McCandless huyó, murió y dio vida a Into the Wild, el relato de Jon Krakauer que Sean Penn llevó al cine. Whittier fue el puerto de embarque del Coral Princess: un crucero de 15 años y 330 millones de dólares de valor que avanzaba a un promedio de 18 nudos con sus 16 cubiertas, 294 metros de largo, 62 de alto y 900 tripulantes que reciben a 1.970 pasajeros.

Pero eso, solo eso, no es suficiente para recordar el viaje.

Hay algo en tu vida que se altera en un crucero así, que roza la nada en el Golfo de Alaska y que te permite, como en el parque nacional Glacier Bay, pasar tus mañanas escuchando el estruendo del hielo que se parte y se sumerge en el agua. Algo de trampa en las historias que escuchas cuando bajas a pueblos como Skagway y Juneau, que ahora viven una fracción del año de la pesca y para recibir a cruceros como este, pero que nacieron como algo más: una promesa a fines del siglo XIX, a la que hombres desesperados llegaron buscando el oro en un territorio de un clima imposible, porque eso les permitiría vivir una vida que de ninguna otra forma alcanzarían.

Hacia el...

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