Primeras inmersiones en Tailandia - 12 de Abril de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 564900630

Primeras inmersiones en Tailandia

Por Carmen Loyola, desde Tailandia Desde Bangkok hay varias formas de llegar a Chumphon para, desde ahí, seguir a Koh Tao, uno de los principales destinos de buceo de Tailandia. La opción más económica (y la más popular entre las multitudes de jóvenes viajeros que recorren el sudeste asiático) es el bus, pero por comodidad y puntualidad es más recomendable la alternativa del tren-cama (tiene vagones con y sin aire acondicionado, y literas bien provistas de sábanas y almohada). Una vez en Chumphon se puede comprar directo el pasaje en el ferry a la isla (con las empresas Lomprayah y Songserm, aunque también puede adquirirlo en cualquier agencia de Tailandia).Este tramo en ferry a la isla tarda aproximadamente dos horas, y uno sabe que ya llegó al lugar correcto porque apenas desembarca aparece la generosa oferta de escuelas de buceo por todos lados.La primera playa que uno ve, por donde se llega a Koh Tao, se llama Sairee y está llena de pubs, restaurantes, hostales y hoteles. Si parece muy bullicioso, se puede ir al otro lado de la isla, mucho más tranquilo y donde también hay escuelas de buceo, aunque más orientadas a la apnea o buceo libre. Como ya tenía arreglado mi contacto, partí directo a Ihasia, una escuela que tiene instructores españoles (hay profesores en varios idiomas, en realidad) y que es conocida porque su dueño, otro español al que llaman simplemente El Brujo, tiene más de 15 años de experiencia buceando.A esta escuela la había contactado por Facebook y, al llegar a la isla, estaban esperándome cerca del puerto. El curso Open Water que hacen dura cuatro días y cuesta 7.000 bath (aproximadamente, 215 dólares): es el más básico y permite que uno pueda bucear de manera autónoma en cualquier lugar (siempre acompañado por otro buzo; esa es la primera recomendación de los instructores).La experiencia parte con un par de clases teóricas, donde se explican técnicas de buceo y revisamos videos sobre lo que podremos ver más tarde bajo el mar. También empezamos a practicar con el equipo. Solo después de la segunda sesión y de pasar un test, tomamos rumbo a la primera inmersión. Partimos en un barco con otros buzos, del mismo nivel y también algunos más avanzados, con dirección al punto 3 Rocks, una playa donde primero se hacen ejercicios de inicio y luego podemos realizar inmersiones un poco más profundas: con solo tres metros bajo el agua ya podemos ver la superficie del mar desde abajo. La sensación compensa la espera y las clases...

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