La primera barra de pickles abre en Barrio Franklin - 11 de Marzo de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 898477445

La primera barra de pickles abre en Barrio Franklin

ABRIÉNDOSE PASO por el Barrio Matadero, entre puestos ambulantes, persas y un gran etcétera de tiendas, está Factoría Franklin, un edificio de los años 40 que funciona como un cowork y que alberga tanto galerías de arte como destilerías, fiambrerías, chocolaterías y tostadurías. Unas enormes puertas de metal decoradas con graffitis indican la entrada y funcionan como un aviso del arte urbano que espera del otro lado.Subiendo las escaleras a mano izquierda, se pueden ver unos estantes con docenas de frascos de vidrio y en su interior, flotando en vinagre, mix de verduras o salsa de tomate, todos con la etiqueta de By María, la marca que en 2012 irrumpió en el mercado con sus adictivos pepinos dulces y que luego fue ampliando su exquisita oferta hacia otros pickles (productos conservados en vinagre) como zanahoria, ají, piña, pejerrey, tomate cherry, berenjena y cebolla en escabeche.Allí, desde hace un año, funciona la tienda By María, pero desde la próxima semana también habrá una especie de fuente de soda. El público podrá sentarse en su nueva barra y probar sus papas fritas con salsas caseras, sus sándwiches (hay opciones veganas y vegetarianas) y sus postres, como una barra tipo Snicker -en la que el caramelo tiene sriracha, brownies y helados artesanales.AL PASOAunque siempre fueron amantes de los pickles, Manuela Iribarren -diseñadora que trabajaba en teatro- y su hermano Lucas, también diseñador, jamás pensaron que terminarían abriendo, junto a sus socios, una tienda de comida y menos, una sanguchería.-La primera versión de pickles de By María fue un pepino dulce. Esa receta la conoció mi hermano en un viaje al sur. Una amiga suya (Katha Kuhardt), tenía pepinos en su patio, los cortaba en rodajas y los calentaba en vinagre de manzana, lo que le daba ese gusto dulce -cuenta Manuela. La receta les gustó tanto que comenzaron a venderlos, en frascos de vidrio, y el éxito fue tal que con el tiempo fueron ampliando y ampliando su catálogo.-Partimos produciendo en una cocina chica, en una casa que subarrendábamos cerca del barrio Italia, y después nos cambiamos a Peñalolén -cuenta Manuela.Allí estuvieron dos años, hasta que en 2018 un incendio los hizo perder su centro de producción y los obligó a mudarse. Manuela cuenta que durante un tiempo se las ingeniaron...

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