Primarias desalineadas - 3 de Febrero de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 417347434

Primarias desalineadas

Con mayor frecuencia que las leyes comunes, las leyes políticas o electorales no siempre están socialmente maduras con su publicación en el Diario Oficial: necesitan asentarse en la realidad. Mucho de eso hay en el caso de las primarias reguladas por ley que se celebrarán en junio próximo, sin un imperativo legal de realizarlas, sino la mera facilidad de que los partidos y coaliciones puedan hacerlo bajo la organización y recursos del Servicio Electoral público. No se trata de un camino fácil.

Paulatinamente emerge un doble discurso que invoca variadas razones -desde estratégicas a financieras- para desechar ese mecanismo en la práctica, aduciendo que se trata de casos específicos. Pero éstos, a la postre, podrían ser la mayoría, y no la excepcionalidad.

Bachelet, como muchos candidatos que lideran encuestas, en su sentir íntimo no quiere las primarias, pese a los dichos en contrario, pues es difícil que ratifique los niveles de aprobación que registra en aquéllas, lo que podría interpretarse como una pérdida de fuerza. La ex Presidenta tiene poco que ganar y puede ser un tránsito ingrato en medio de emplazamientos y desafíos internos. Algunos temen que sea una pérdida de energía a manos de los propios sectores de la Concertación -ampliada al PC y a la izquierda extrema-, que finalmente igual estarán obligados a apoyarla en una elección estrecha.

En las primarias de la Concertación, los otros tres postulantes tienen objetivos distintos, pero todos ellos obligan a Bachelet a un debate interno.

El complejo debate interno

Muy distinto es el caso de quienes aspiran a competir con Bachelet. Para Claudio Orrego -con los nuevos ánimos en la DC tras la sorpresiva convocatoria de su propia primaria interna-, la primaria de la Concertación es una cruzada para lograr mantenerse como un factor importante dentro de esa coalición con su fisonomía propia, y no ser fagocitada en un gobierno de Bachelet en que podría ver muy disminuido su peso específico propio.

Andrés Velasco representa una apuesta de renovación política desde el propio mundo de la Concertación, pero para proyectarse tiene que validar la vía que escogió, y eso supone lograr un resultado exitoso en la primaria. Nadie piensa que eso signifique ganarla, sino alcanzar un apoyo que pruebe su futura viabilidad.

José Antonio Gómez, con o sin el apoyo del PC, quiere plantearse como una opción de izquierda, distinta de lo que sería el perfil socialdemócrata de Bachelet.

Los tres tienen objetivos...

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