Prestigio internacional - 3 de Junio de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 932955549

Prestigio internacional

E n el discurso inaugural de la XXI Bienal de Arquitectura y Urbanismo, que tuvo lugar en 2019 en el barrio Franklin, la entonces ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, quien venía recién llegando de París en misión oficial, señaló que "Chile es conocido culturalmente en Europa por tres cosas: el cine, la arquitectura y los videojuegos", recuerda el arquitecto Humberto Eliash, entonces presidente del Colegio de la Orden. Y es que en las últimas décadas esta disciplina se ha transformado en un verdadero bien cultural, aplaudido y apetecido en gran parte del mundo.El fenómeno no es nuevo, sino parte de un proceso que se viene gestando desde mediados del siglo XX, tal como lo aclara el arquitecto y académico Fernando Pérez Oyarzún. En 1955, Chile estuvo presente en la exposición Latin American Architecture Since 1945 del MoMA, con trabajos, por ejemplo, de Emilio Duhart y Jorge Costabal Echenique. Ese mismo año, el crítico de arquitectura británico Reyner Benham mencionaba en su libro The New Brutalism a la Unidad Vecinal Portales, obra de Bresciani, Valdés, Castillo y Huidobro, oficina a la que en 1962 la editorial de la Universidad de Buenos Aires le dedicó una completa monografía. A esto hay que sumar la constante participación de Chile en Congresos Panamericanos y en los de la Unión Internacional de Arquitectos.Pero, sin duda, esta presencia internacional tomó una dimensión distinta, mucho más fuerte, a partir de la década de los 90, con el retorno a la democracia. "Se produjo un gran interés internacional sobre Chile y eso visibilizó a la arquitectura y la puso en un lugar destacado. El 91, Cristián Undurraga ganó el premio Andrea Palladio y al año siguiente se inauguró con un rotundo éxito el pabellón de Chile en Sevilla, de José Cruz y Germán del Sol", comenta Eliash. De ahí en adelante los reconocimientos a profesionales chilenos han sido uno tras otro: En 2001, Mathias Klotz recibió el premio Borromini en la categoría menores de 40 años; en 2008, Teodoro Fernández, Monserrat Palmer, Rodrigo Pérez de Arce y Ramón López ganaron el Premio Internacional Reina Sofía de Patrimonio Cultural, por la recuperación de la Estación Mapocho, y Alejandro Aravena, el León de Plata al arquitecto joven más prometedor en la Bienal de Arquitectura de Venecia. En 2010, Sebastián Irarrázaval fue merecedor del primer premio en el Index Award en Dinamarca y seis años después, del premio Gotemburgo de arquitectura sustentable en Suecia. Mauricio Pezo y...

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