Presión sobre Venezuela - 8 de Marzo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 861987238

Presión sobre Venezuela

El decreto, de Barack Obama, es de 2015 y estuvo vigente durante la administración Trump, con su enfoque de "máxima presión" sobre Caracas. Ahora, con los nuevos lineamientos de política exterior del gobierno demócrata, puede que la estrategia cambie, pero el objetivo de promover la democracia no se alterará.Tanto Biden como su secretario de Estado, Antony Blinken, han mostrado respaldo categórico a la oposición venezolana en la búsqueda de una salida democrática a la crisis. Que Maduro no está en su libreto es evidente, tras mantener el reconocimiento a Juan Guaidó como "interlocutor legítimo".El martes pasado, Blinken tuvo su primera conversación telefónica formal con el "presidente encargado", y le reiteró la necesidad de elecciones "libres y justas", además de la intención de hacer esfuerzos conjuntos con otras instancias para resolver la grave situación venezolana. Es destacable el cambio de tono de la nueva administración, que manifiesta interés en trabajar con otros países y actores multilaterales, sin ablandar las medidas que pesan sobre los dirigentes chavistas. Por ahora, no ha habido señales de que Biden tenga pensado levantar las sanciones, las que, sin embargo, han surtido poco efecto para cambiar las políticas del régimen.Desde Venezuela, Maduro reaccionó con indignación al decreto de Biden. Lo rechazó alegando que viola el derecho internacional, lo mismo que las sanciones que "perjudican al pueblo". A su juicio, la "guerra económica" es lo que llevó a Venezuela a la debacle, sin reconocer, por supuesto, que es su propia política económica la que tiene al país sufriendo la crisis humanitaria.Maduro se beneficia de las negociacionesHay cierta unanimidad a nivel internacional en que Maduro y su entorno, que controlan todas las instancias de poder de Venezuela, manipulan para su beneficio cualquier propuesta de diálogo y negociación que se les ofrece. Así ha ocurrido con los diversos procesos llevados a cabo por países europeos y latinoamericanos, que han concluido sin avances democráticos y que, por el contrario, han fortalecido a la dictadura.En ese contexto, es difícil que surja pronto una nueva iniciativa, más aún tras la expulsión de la embajadora de la Unión Europea en Caracas. La UE había tenido un enfoque menos confrontacional que el de EE.UU. El año pasado apadrinó un intento del líder opositor Henrique Capriles de negociar condiciones aceptables para las elecciones parlamentarias de diciembre. Fue un estrepitoso fracaso...

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