La Presidenta y el Papa - 7 de Junio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 572977358

La Presidenta y el Papa

El primero consistió en prometer al secretario de Estado que la Iglesia -la Iglesia como tal- tendría participación en el debate constitucional:

"Las iglesias pueden dar a conocer su perspectiva (...) cosa que sin duda yo le he asegurado, porque justamente cuando hablamos de un proceso constituyente, hemos hablado de que participen los distintos estamentos (...) que esta no sea una discusión de una élite...".

Tal cual.

Por supuesto, si la Presidenta se hubiera referido a la Iglesia en el sentido griego (al pueblo), el problema no sería mayor. Pero no. Ella se refirió a las distintas confesiones religiosas y a sus formas asociativas que, en tanto tales, debieren participar del proceso.

Pero si las iglesias, las confesiones religiosas, debieren tener una voz en el debate, como la Presidenta prometió al Vaticano, ¿por qué no los sindicatos, las organizaciones estudiantiles, las organizaciones empresariales, en suma, las diversas formas asociativas que existen entre el individuo y el Estado? Lo que vale para una, vale para todas las otras, pero eso equivale a corporativismo.

Es probable que, sin darse cuenta, la Presidenta haya dado un paso extremadamente peligroso, que es convertir el debate constitucional en el principio de una democracia orgánica donde la representación política a cargo de los partidos y los ciudadanos (que es propia de la democracia en sentido estricto) es desplazada por la representación de lo que Hegel llamaba corporaciones. Algo así fue el principio del fascismo. Y algo de esa índole se había propuesto en Chile solo por Pedro Ibáñez y Carlos Cáceres. Múltiples colectividades que, como un compacto arrecife de coral, arrastran y sustituyen al individuo. La sociedad como la suma de colectividades en cuyo interior -y solo en cuyo interior- el individuo adquiere relevancia.

La confirmación de que la promesa de participación que se hizo a la Iglesia es fruto de una preferencia por lo colectivo, por lo corporativo, se confirmó en las declaraciones que la misma Presidenta efectuó a la salida de su entrevista con el Papa:

"Hablamos de la crisis de confianza (....). Y que todos quienes tenemos un rol en lo político y en lo moral podamos hacer que el valor de lo colectivo sea un valor importante", concluyó.

Como se observa, hay una estricta consonancia entre la promesa de participación a las iglesias (y con ellas a todas las...

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