Presidenciales 2017: la razón del aterrizaje forzoso en las expectativas del Gobierno
Es a ellos a quienes la Presidenta Bachelet escucha con mayor frecuencia y se han convertido en su círculo de hierro -cada vez más empoderados, tras la salida del Ejecutivo de quienes conformaban el "bacheletismo" duro, como Rodrigo Peñailillo y Alberto Arenas- al que se suma el ministro secretario de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre. Y fueron ellos quienes jugaron un rol clave en el diseño que se comenzó a implementar el lunes.
"Todo es economía y todo es política"
Precisamente ese día se comenzó a dar forma al nuevo rumbo que tomarían el Gobierno y sus reformas, con el "aterrizaje" y "sinceramiento" de las cifras económicas que realizó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. En la reunión de coordinación política con los líderes de los partidos de la Nueva Mayoría, el jefe de las finanzas señaló que "todo es economía y todo es política". Y les aseguró que el ambiente político era uno de los factores que incidían en las magras cifras económicas.
Así fue como empezó desde La Moneda un plan de sintonizar la gestión de Gobierno "con demandas acotadas y con recursos acotados", según explican desde Interior. El objetivo de la ofensiva es poner fin al "festival de reformas" que se desató desde la campaña presidencial.
En Palacio están conscientes de que este nuevo rumbo traerá costos en el plazo más inmediato. Pero el tema fue analizado electoralmente: era mejor hacer este sinceramiento ahora y no en 2017, en año de elecciones presidenciales, y así poder decir, ante la imposibilidad de cumplir el programa, que ya lo habían advertido hoy, dos años antes.
Comentan desde La Moneda que, de esta forma, es más fácil pararse ante el electorado y decir "pudimos hacer esto, ahora necesitamos otro gobierno para terminar".
Hasta el jueves, las conversaciones de Valdés con los partidos políticos -diálogos que fueron acompañados con gestiones desde la Segpres e Interior- no generaron grandes ruidos en los parlamentarios. En general se valoraba la sinceridad y lo cauto que había sido Hacienda al precisar que no habría una "reforma a la reforma tributaria", sino cambios más bien técnicos que se podían solucionar mediante circulares simplificatorias.
Además, desde antes del 21 de mayo la Nueva Mayoría venía pidiendo sincerar cifras económicas y medidas pro empleo. Pero La Moneda hizo un giro mayor y el viernes el escenario cambió.
"Derechización" de la Nueva Mayoría y pérdida del relato
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