Premio justo - 18 de Junio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 682957749

Premio justo

El sábado 8 de octubre de 2005, en Barranquilla, cuando la selección nacional intentaba una clasificación desesperada para el Repechaje de la Copa del Mundo de Alemania 2006, el técnico Nelson Acosta concluyó el ciclo de Nelson Tapia y optó por Claudio Bravo. En los días previos se especulaba que Herrera atajaría ante Colombia. Pero Acosta puso al joven meta de Colo Colo. Herrera, orgulloso y ganador, asumió con resignación.

En sus mejores años, cuidando la portería de Audax Italiano, Everton y la U, no estuvo convocado. Cuando retornó a la Roja lo hizo para ser suplente. No debió ser fácil para alguien acostumbrado a jugar. El angolino transitó el mismo camino que en su momento vivieron arqueros de enorme recorrido en nuestro medio, pero que debieron inclinarse ante figuras históricas del fútbol chileno.

Hernán Fernández en Unión Española y Eduardo Simián en Universidad de Chile coincidieron con Sergio Livingstone. Imposible desbancar al "Sapo", dueño del arco entre 1941 y 1954. Más cerca en el tiempo, Óscar Wirth y Marco Cornez, relevantes en los clubes locales a fines de los años setenta y en los ochenta, se encontraron con la gran campaña de Mario Osbén en la Copa América de 1979 y en las eliminatorias del Mundial de España 82, donde el "Gato" entregó la valla invicta. Luego del frustrante paso por Oviedo y Gijón, irrumpió Roberto Rojas, quien se instaló en la meta nacional hasta la estupidez que cometió el 3 de septiembre de 1989 en el estadio Maracaná.

A diferencia de la etapa posterior a Misael Escuti, cuando alternaron con mayor frecuencia Adán Godoy, Juan Olivares, Adolfo Nef y Leopoldo Vallejos, Herrera encontró un escenario complicado por el nivel y la regularidad de Claudio Bravo. Similar al que enfrentó en el...

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