Un premio para un investigador de la pobreza y crítico del igualitarismo - 13 de Octubre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 584672678

Un premio para un investigador de la pobreza y crítico del igualitarismo

En su obra, este economista escocés-americano ya advertía sobre el riesgo de la desigualdad extrema. Pero a diferencia de su sucesor en el tema, Deaton comenzaba su libro bajo una premisa optimista: "El mundo se ha convertido en un lugar mejor".

Deaton se refiere así a la mejora de los estándares y expectativas de vida a nivel global. Eso sí, enfatiza, tal como lo hiciera ayer en conferencia de prensa, que hay todavía mucho por hacer. A sus 69 años, este economista nacido en Edinburgo, se convirtió ayer el 47° Premio Nobel de Economía. Para Axel Börsch-Schupan, investigador del Instituto Max Planck en Munich, el mensaje de la Academia sueca es claro. "Se ha querido dar una señal de que los economistas tienen que ocuparse más sobre cómo resolver el tema de la desigualdad, en lugar de ocuparse solo de la eficiencia", aseguró en entrevista con el diario FAZ.

Graduado y doctorado en Cambridge, y profesor de Princeton desde hace 30 años, Deaton ha dedicado su carrera a tratar de entender los patrones de consumo de las personas, así como las causas, problemas y posibles soluciones a la pobreza. Para ello, Deaton rompió el molde de basar sus estudios en las grandes cifras económicas y desarrolló su propio modelo de medición a nivel de consumidores. Un modelo que pone en duda, por ejemplo, la idea de que la gente dirige su consumo tras un análisis racional de sus ingresos futuros, o que un aumento en el nivel de ingresos redunda necesariamente en una mejor salud.

"Al final del día todo redunda en el ser humano. Hay que entender qué es lo que motiva a la persona a actuar. Para mí, al final todo apunta a entender el comportamiento del consumidor y tratar de modificarlo", responde sobre el eje central de su trabajo.

La obsesión por medir y la vocación de estudiar la pobreza tienen sus raíces en su propia historia. Hijo de un minero de Yorkshire, que sirvió durante la Segunda Guerra Mundial, y nieto de carpinteros, Deaton siempre estuvo "corto de dinero" -según su propia descripción- hasta su vida adulta. En una reflexión contenida en su libro "El gran escape", reconoce el rol que juega la suerte en definir el rumbo de nuestras vidas.

Accidente e ideas

Fue también una suerte que Deaton terminara estudiando Economía, carrera a la que fue dirigido un poco contra su voluntad por consejeros de la universidad ante su débil paso por las matemáticas. Pero así como la suerte juega un rol para superar la pobreza, hay igualmente otros factores. En su carrera...

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