'Hay mucho prejuicio de los teóricos del arte frente a la cultura de masas'
Además de hacer la curatoría de la I Bienal de Arte Joven (1996) y del envío chileno a la XXVI Bienal de Sao Paulo (2004), Machuca ha enseñado en distintas universidades e institutos desde 1988, pero dice no creer mucho en la carrera académica. Hoy le interesa más analizar la escena de las artes visuales desde tribunas públicas.
"Mi experiencia en trabajar en medios de difusión masiva, como The Clinic, me ha permitido hacer una escritura un poquito más dúctil respecto a los textos crípticos que se desarrollaron en los años ochenta", declara.
Precisamente, su último libro, El traje del emperador , se acerca mucho más a la crónica que a los ensayos habituales de estética. Al menos en Chile. Una mirada al "arte y recepción pública en el Chile de las cuatro últimas décadas" -como dice el subtítulo- que es pródiga en anécdotas, citas de prensa y un cruce permanente con expresiones masivas como el fútbol y el Festival de Viña. "Me interesaba el tema de la industria cultural, la industria del espectáculo, que ha sido siempre mal vista o despreciada por las élites de derecha e izquierda, y ver cómo eso engloba el campo de las artes visuales", dice.
Con un tono más bien irónico, en su nueva publicación Machuca ajusta cuentas con varios lugares comunes de su especialidad: el cuestionamiento a la existencia de una historia del arte chileno; la excesiva autorreflexión y hermetismo que el público percibe en la escena de las artes visuales y, especialmente en los últimos años, la urgencia por internacionalizar el arte chileno.
Me atrae la desconfianza
Machuca no sólo desmitifica. Relativiza, toma distancia, pero sobre todo reflota episodios olvidados, reprimidos de nuestra memoria cultural. El primero de sus once ensayos aporta pruebas del menosprecio del que fue víctima Roberto Matta en Chile a fines de los años sesenta y comienzos de la década siguiente. En diarios y programas de televisión se le acusó no sólo de ser un izquierdista desclasado, sino que hasta se puso en duda su importancia en la escena internacional del arte.
"Me interesaba -dice Machuca- el caso de la persona que viene llegando y recibe ese desconocimiento, ese ninguneo, y le pasó en 1970, por cuestiones políticas: apoyar a la Unidad Popular. No sé si el Matta de los años sesenta y setenta era el mismo de los meses antes de morir, cuando el ninguneo hubiera sido una falta de delicadeza o una rotería no más".
Sobre la vinculación que más tarde se estableció entre su obra y la de los...
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