El predicador de la magia se aleja
En un discurso inaugural a estudiantes de la Universidad de Standford en 2005, Steve Jobs, el jefe ejecutivo de Apple, advirtió a su audiencia evitar ser atrapados por los dogmas y tener el coraje de seguir sus corazones e intuiciones. "Sigan hambrientos; sigan con sus locuras", dijo mientras cerraba su discurso.
Siguiendo su propio consejo, Jobs, quien renunció como jefe de Apple el 24 de agosto, convirtió a la compañía desde un caso al borde de la bancarrota cuando retornó a tomar su timón en 1997 a un jugador mundial que está cambiando buena parte de la industria tecnológica.
A comienzos de este mes, Appple incluso sobrepasó brevemente a Exxon Mobil, un gigante petrolero, como la compañía con más valor en el mundo.
Ningún otro jefe en la historia reciente ha personificado y definido una firma de manera tan completa como lo hizo Jobs, por lo que su decisión de renunciar como jefe ejecutivo inevitablemente ha levantado la pregunta de si Apple permanecerá tan hambrienta y tan salvajemente exitosa sin el maestro del emprendimiento en el timón.
Otros gigantes en la industria tecnológica han visto sus fortunas decaer después de la partida de líderes icónicos.
Microsoft ha luchado para recuperar su cetro desde que Bill Gates dejó el cargo de presidente ejecutivo en enero de 2000. ¿Podría Apple experimentar un destino similar?
Eso parece improbable por varias razones. Una es que la compañía ha tenido mucho tiempo para planear este momento. Jobs se ha alejado del manejo del día a día de Apple un par de ocasiones antes, luego de una cirugía producto de un raro cáncer pancreático en 2004. En cada ocasión, Tim Cook, el jefe operativo de la compañía, ha asumido temporalmente las responsabilidades de su jefe.
Eso permitió a Cook, quien tomó el cargo de CEO, saborear el cargo más alto, y le dio al directorio de Apple la posibilidad de verlo en acción. En cada ocasión, Cook mantuvo la máquina de hacer dinero sin problemas.
Como experto en manufactura y logística, cerró casi todas las operaciones de producción de Apple después de que llegó a la compañía a fines de los 90 y externalizó buena parte de éstas en Asia. Al anunciar su ascenso, el directorio de Apple dijo que él ha demostrado "un talento excepcional y sólido juicio en cada cosa que hace".
Talento es algo que Apple también ha tenido en abundancia en cualquier ámbito. Ejecutivos como Phil Schiller, quien supervisa el marketing de la compañía, y Jonathan Ive, un británico cuyo dominio es el...
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