Preciso - 28 de Diciembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 830561941

Preciso

Un pensador oriental les pide a los políticos que usen las palabras con precisión; les exige no solo rectitud en el obrar, sino primero rectitud en el decir.La actividad política se despliega en una parte importante a través de discursos y, como en pocos otros ámbitos, en efecto, el lenguaje puede pasar a convertirse en una herramienta subordinada a rebatir, rechazar y, no pocas veces, hostilizar a ese adversario, y en esa subordinación importa poco la corrección en el lenguaje porque la utilidad prevalece sobre la verdad. Podría pensarse que ese deterioro es irrelevante, que en la política siempre abunda la verbosidad ampulosa, la palabra confusa, engañosa, ambigua, que de eso se trata, incluso, pero que, en definitiva, más que ese torbellino de palabras, lo que importa son los actos concretos, las políticas y medidas de hecho. Pero no es así, porque, como lo sabe cualquier lector, a veces un par de palabras opera con tanta potencia como la más filosa, perturbadora e hiriente de las acciones.La imprecisión es distinta, no obstante, a la falsedad, y conviene ser preciso respecto a la imprecisión.Si un partidario insulta a su rival y le dice, por ejemplo, que es un "corrupto", puede estar haciendo una imputación falsa, pero empleando el lenguaje rectamente. Con la palabra "corrupto" quiso significar algo que, a pesar de la ambigüedad implícita en toda palabra, se encuadra dentro de ciertos límites y cuyo uso, por lo mismo, se puede controlar objetivamente. Así, incluso el acusado de corruptelas podría demandar al acusador ante un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR