Postales del DF bajo tierra - 21 de Septiembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 530473498

Postales del DF bajo tierra

En el Metro del DF cada jornada ocurre algo distinto. El día sin pantalones fue solo otra de las rarezas que podría ver a lo largo de una semana viajando en él por la ciudad.

El Tren Metropolitano de transporte público de Ciudad de México cumplió 45 años el pasado 4 de septiembre. Tiene seis años más que el de Santiago y casi el doble de extensión. En total, el mexicano recorre unos 220 kilómetros, tiene 12 líneas, 195 estaciones y cuesta mucho menos que el nuestro: 5 pesos mexicanos cada boleto. Algo así como 220 pesos chilenos. Aun así, no es raro toparse con improvisadas manifestaciones donde un grupo de no más de cinco usuarios grita a viva voz que todos se pasen sin pagar. No fue hace mucho que el sistema público aumentó el valor de su pasaje y hay quienes se organizan para boicotear la medida. El día que me topé con una de estas manifestaciones (después de visitar el Palacio de Bellas Artes en la estación del mismo nombre), la presión de la gente era tanta que terminé saltando la barrera junto al grupo, sin alcanzar a esquivarlos. Por suerte, los guardias no reaccionaron. De todas maneras, tenía una protección adicional: igual guardaba el boleto en el bolsillo.

De un lado a otro, sobra decirlo, Ciudad de México es un monstruo de cemento y autos, y moverse en ella puede ser un problema más que nada por el tráfico y las reglas del tránsito que no muchos respetan. En metro, en cambio, puedes llegar a casi todos lados. Así, no es raro preguntarse por qué hay tanto caos en la superficie si bajo tierra se encuentra esta alternativa. Pero claro, los habitantes de Ciudad de México saben también los vicios del sistema: con una enorme afluencia de público en las horas peak, se han tenido que adoptar medidas como que los primeros carros de cada tren sean exclusivamente para mujeres y niños menores de 12 años. Es una forma de evitar a los manilargas que se esconden en la multitud.

En estos días en metro, en todo caso, lo que veo son muchísimas mujeres entrando a cualquier vagón, no solo a los exclusivos. Al parecer, los chilangos, los habitantes de Ciudad de México, están dejando atrás las malas costumbres bajo tierra. Puede ser. Lo que no han podido erradicar las autoridades del Distrito Federal es el constante ir y venir de vendedores ambulantes en la mayoría de las líneas: los famosos "vagoneros", que son una especie de institución, pese a que una nueva ley -otra más- pretende prohibirlos.

Algunos de estos vagoneros son un espectáculo. Si...

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