POSITANO más allá de la postal
El autor de Al este del paraíso y Las uvas de la ira tenía tanta razón: Positano es una postal absurdamente bella. Un lugar que golpea al llegar, partiendo por su carretera: apenas una franja de pavimento entre montañas, con acantilados y curvas que obligan a que los autos frenen y retrocedan para que vayan pasando los buses. En circunstancias normales, el recorrido desde Sorrento hasta acá dura 45 minutos, pero a nosotros nos tocó una lluvia torrencial que convirtió ese trayecto en una hora y media, con un bus que iba a marcha lenta y donde era difícil ver más allá de los cinco metros.
Algo de cinematográfico, eso sí, tiene llegar de ese modo a un lugar que uno está por conocer: un poco de adrenalina y otro poco de angustia en medio de la noche, y repetirse en la mente que este camino el conductor debe conocerlo de memoria. Por eso, la idea de arrendar un auto para moverse por cuenta propia hay que descartarla. Este es un "pueblo vertical", con una casa sobre otra, que parecen colgar en las alturas, por lo que es mejor quedar en manos de quienes ya lo conocen y luego caminar en el pueblo.
Positano no tiene la fama de la isla de Capri, que está justo al frente. Tampoco es la primera opción para conocer a la hora de viajar a Italia (difícil competir con Roma, Venecia, Florencia o Milán). Quizás es por su difícil acceso. Quizás es porque sus precios son altos. Por eso mismo, en los últimos años se ha convertido en uno de los lugares favoritos de las estrellas del cine y la música. Russell Crowe, Penélope Cruz junto a Javier Bardem, Rihanna, Hillary Swank, Reese Witherspoon, Richard Gere (su novia es de aquí), Cameron Diaz, Sienna Miller, Gwyneth Paltrow y Charlize Theron son algunas figuras que vienen, así como antes lo hicieron Elizabeth Taylor con Richard Burton o Ingrid Bergman y Roberto Rossellini, dejando la fama de pueblo romántico, algo que películas como Bajo el sol de Toscana y Only you se han encargado de recalcar.
La recomendación de ir hasta Positano llegó a través de amistades que habían venido. Todos -sí, todos- coincidían en que había sido el lugar más increíble que habían visto en Italia y eso parecía intrigante. Y en principio exagerado. Pero el ver las fotos, leer un poco de su historia y por el interés intrínseco del viajero por ir a un lugar menos conocido nos hizo decidirnos: tras el bullicio frenético que significaba estar una semana completa en Roma, Positano serían los días de las "verdaderas" vacaciones. Y el objetivo, desde un principio, fue conocerlo a pie, porque acá lo que más hay son escaleras que terminan...
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