AL POLO SUR EN LA HUELLA DE AMUNDSEN - 6 de Mayo de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 716107585

AL POLO SUR EN LA HUELLA DE AMUNDSEN

"Pero ahora era demasiado tarde y no le quedaban más oportunidades. Él me rogó que no hiciera lo mismo. Murió poco después de eso", recuerda hoy Astrid Furholt. "Esa conversación me hizo pensar en cómo vivía la vida. ¿Era como yo quería? ¿Había perseguido mis sueños? ¿Me había atrevido a intentarlo? La respuesta fue no. Y decidí hacer un cambio".

Ese cambio en su vida, cuenta hoy Astrid desde Oslo, Noruega, consistió en algo insospechado en ese primer momento: dedicarse definitivamente a los viajes extremos. Aventuras que comenzaron en su propio país y que continuaron con expediciones por Groenlandia, los campos de hielo de la Patagonia, o la que acaba de terminar hace apenas unos meses y que la llevó hasta el Polo Sur.

El 17 de enero recién pasado, tras 66 días de expedición, Astrid Furholt se convirtió en la primera mujer en llegar esquiando al Polo Sur por la ruta del explorador noruego Roald Amundsen, el primer ser humano en alcanzar ese hito, el 14 de diciembre de 1911 (la primera mujer en llegar esquiando y sin apoyo externo al Polo Sur fue la también noruega Liv Arnesen, en 1994, pero ella no lo hizo siguiendo específicamente esa ruta).

"Creo que soy una mujer bastante normal en muchos aspectos", dice Astrid. "Todavía trabajo como enfermera, pero ya no tanto como antes, cuando solo hacía turnos nocturnos, que me cansaban mucho. La diferencia es que ahora elegí seguir un gran sueño. Eso es algo que pocas personas hacen".

Nacida en 1967 en Birkenes, una localidad del sur de Noruega, Astrid Furholt dice que siempre se sintió atraída por el deporte y las actividades al aire libre. Una afición que no tenía antecedentes familiares: a ella simplemente le gustaba. De niña se apasionó por el kayak de aguas blancas e incluso llegó a participar en algunos torneos nacionales.

"Disfrutaba el entrenamiento extremo y los desafíos en la naturaleza. Eso me dio una fuerza física que he podido llevar a las aventuras polares", dice hoy.Del kayak pasó al trekking, al montañismo y la escalada. Pero la opción de una "vida normal" siempre estaba ahí, rondándola. Por eso decidió estudiar enfermería y más tarde llegó a trabajar a esa clínica oncológica, en agotadores turnos que apenas le dejaban tiempo.

Tras la conversación que le dio el empujón que necesitaba, todo cambió definitivamente en 2011 cuando realizó su primera gran expedición en Groenlandia. Una aventura que preparó durante dos años y que incluyó un duro entrenamiento que luego se haría...

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