La política fiscal chilena - 25 de Agosto de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 456305290

La política fiscal chilena

En los últimos meses ha sido recurrente la discusión sobre la política fiscal de Chile y, en particular, el rol que ha jugado la regla de balance estructural (BE). Esta regla de BE, básicamente, determina el nivel de gasto público compatible con los ingresos de tendencia; es decir, con los ingresos ajustados por el ciclo del PIB y por las fluctuaciones en el precio del cobre con respecto a su nivel de largo plazo.

El primer elemento esencial a considerar en cualquier discusión sobre el tema es el hecho de que Chile tiene más de treinta años de un manejo fiscal prudente, fortalecido en el año 2001 con la introducción del BE, que fue propuesta por el gobierno del momento, y ha sido mantenida en su filosofía por todos los gobiernos siguientes. Además, la combinación del balance estructural con la política financiera y monetaria, manejada por un banco central autónomo y enfocada en mantener una inflación baja y controlada y en velar por la estabilidad del sistema financiero, ha llevado a nuestro país a ser reconocido mundialmente por su solidez macroeconómica.

La meta para el BE fue fijada, inicialmente, en un superávit del 1% del PIB, y se mantuvo vigente entre los años 2001 y 2007. Esta cifra tenía como propósito contribuir a fortalecer la solvencia fiscal. La meta del BE se redujo a 0,5% del PIB en 2008, dados los progresos alcanzados en el objetivo inicial, y en enero del 2009 se redujo la meta a 0% del PIB para enfrentar los efectos en Chile de la Gran Crisis Financiera Internacional. Aparte de los cambios en el objetivo numérico, en la década pasada también se perfeccionó la medición de los ingresos ajustados por el ciclo, ampliando el ámbito de correcciones a ítems de ingresos no considerados en la metodología original, pero siempre manteniendo el principio de ajustar los ingresos sólo por el ciclo del producto y por las fluctuaciones en el precio del cobre.

Más importante aún, en la parte institucional la regla se fortaleció en el año 2006 con la Ley de Responsabilidad Fiscal, que exige al gobierno entrante pronunciarse sobre los efectos de la política fiscal planeada para su mandato sobre el BE, aunque sin imponer una meta específica.

Diversos estudios han identificado los principales beneficios de conducir la política fiscal a través de una regla de BE. Entre otros beneficios, la regla fiscal ha contribuido a: (1) reducir el carácter procíclico de la política fiscal, logrando superávits fiscales en tiempos de auge económico para...

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