La poesía ya no es poesía. - Núm. 2003, Septiembre 2003 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56583964

La poesía ya no es poesía.

AutorNenen, Raimundo
CargoPoema

Qva, KonFuxiÓn, desencanto escuché historias de viajes de pequeñas travesías en balsa travesías del socialismo conservador al fascismo liberal historias de gente avara de bio-transeúntes débiles y cobardes hoy nada es lo que parece y pareciera que nada es los pirómanos encienden su caos organizado melodías eróticas te transmiten en diferido el humo del cigarro demora años en desaparecer melodías laxativas, humo y cafeína llevan gloriosos estandartes verte desnuda, pero con ropa verte inocente, pero en lujuria melodías libidinosas, siluetas aburridas por 7 segundos soy del todo agnóstico qué más queda cuando el horizonte desaparece cuando el cielo se mezcla con la tierra cuando las olas y el viento son una sola fuerza cuando mirar hacia adelante pierde su gracia Imperfección Miraba el suelo cuando mi vista tropezó con dos plataformas de base amorfa, al observar mejor tan extrañas cosas noté que en cada una de ellas nacían 5 derivaciones, qué cosas más poco simétricas ésas todas eran de distinto largo, pero no eran plataformas del todo absurdas al mirar más arriba noté que sostenían dos largas torres torres igual de amorfas que sus bases del todo anti-rectas, totalmente no-rectangulares Y la imperfecta estructura continuaba aún más arriba las dos torres se unían se unían en una forma con tendencia a redondearse por detrás pero adelante sólo había una pequeña abertura justo en medio de las dos torres poco rectas la abertura se encontraba rodeada de pelos pelos despeinados, pelos descuidados qué cosa más desordenada ésta Aún más arriba la curvatura cambiaba su ángulo y giraba extrañamente hacia el interior de aquella amorfa estructura, y al comienzo de este raro accidente había casi al medio podría decirse, un pequeño cráter ¡qué cosa más rara ésta! La estructura a esa altura cada vez se hacía más estrecha pero aún más arriba recuperaba su ancho e incluso lo aumentaba, y en ese momento todo se volvió aún más absurdo enfrente de mí se encontraban dos intentos de semicírculos dos bolas amorfas, cada una con un peculiar accidente en lo que, podríamos decir, era la punta qué esferas más imperfectas eran ésas Toda esta estructura no tenía ningún sentido de la geometría entonces, me enamoré de la imperfección Juegos Crecen crisantemos engrasados otoñales y eufóricos ñandúes violetas ostentosos y desnudos parecen en sus sueños Parecen boquiabiertos osados y lascivos lanzando sus ojos al tiempo Ella cuelga del hangar y yo no sé el porqué ella cuelga...

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