Poemas ineditos de Samuel Orellana. - Núm. 28, Septiembre 2003 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56593282

Poemas ineditos de Samuel Orellana.

AutorOrellana, Samuel
CargoCreaci

A NATALIA Me contaron que estabas enamorada de otro. Entonces bajé a los camarines y escribí ese poema contra el árbitro por el cual me mostraron amarilla. EL LEÓN Blake le cantó a su tigre. Yo le canto a mi León y a la melena azul que agita sobre la cancha cuando aparecen las once garras de su terrible simetría, mi León. ¿Qué mano bullanguera diseñó tu estrategia? ¿Qué voces te alentaron por todo el territorio? ¿De qué pase a distancia o en profundidad se alimentó tu sangre? ¿En cuáles campeonatos ardió el fuego de tus ojos? Desde la tribuna contemplamos la majestad en movimiento que destellan tus colmillos en ofensiva. ¿Pero quiénes han tejido la nervadura de tu formación? Me acuerdo de Ubalde Cruche o el loco Fournier, Eladio Zárate, Richart Báez, Delgado, Massaccesi, Mariano Puyol, cuántos otros. Y al comenzar los latidos de tu corazón azul ¿Qué mano terrible la del Superman Vargas? ¿Qué terrible zurda Leonel a treinta metros? ¿Qué cañón Víctor Alonso el año cuarenta? ¿Qué tanque Carlos Campos con el mítico Ballet? Por eso te canto, mi León, por eso mojo la camiseta sobre el escritorio, hermano mío. Y que ahora mi voz se confunda en la tribuna: un sólo canto en los bosques de la noche y dale y dale. A Natalia Lo dejamos todo en la cancha. Fue un lindo partido aunque un poco trabado. Lamentablemente no pudimos concretar. El estado de la cancha no nos favoreció. Hubo un par de ocasiones para convertir pero los goles se hacen, no se merecen. Resultó imposible sostenernos con un hombre menos. El arbitraje por ahí no estuvo a la altura. Hay que seguir trabajando durante la semana. Contamos con la confianza del técnico. Se nos viene un duro rival. Todavía dependemos de nosotros. EX LATERAL IZQUIERDO DE COLO-COLO En un quiosco del Paseo Ahumada compro el último tomo de los trágicos griegos que manda una editorial española. Me pasa el vuelto don Luis Hormazábal, el más trágico de los trágicos. LOS DOMINGOS PERDIDOS ¿Adónde vai a esta hora? Estoy aburrida de que me dejes sola los domingos. Ya sabís que me acaloro en el estadio. No me comprai zapatos y me vai a comprar una bebida. Linda la cosa. ¿No te dije que iba a venir mi mami a vernos? Ya y no me mirís con esos ojos tampoco. EL GURÚ En el desierto del Paseo Ahumada un profeta con traje de banquero dice conocer a Dios. En lugar de Tablas de la Ley recibe todos los años la nómina de sus once apóstoles y un nimbo grasoso, envuelto en papel celofán: es el santo que nos acoge en la derrota como a niños que han perdido su único juguete. Él alivia nuestras heridas con el vapor de su aliento, el poder balsámico de su retórica comparable sólo a los cambios climáticos. Él cumplirá con todas nuestras mandas tan pronto le sea posible. Un profeta con traje de banquero cuya baba son las barbas de la sabiduría. Dice codearse con los planetas mientras se arregla el nudo la corbata. Suda la gota gorda por conducir las ovejas a su propio redil. Pero nada lo complace tanto como lustrar las botas de un ilustre soldado que ya olvidó todas sus batallas. Y además recita el Séptimo de Línea con tal de convencer a las palomas de que el pan es un asunto secundario. Él abrirá los mares para nosotros. Ya nos estamos haciendo la idea. Dale una moneda cuando pases al profeta con traje de banquero. NO SEAN MALOS CON EL CÓNDOR ROJAS Quiso el triunfo cuando el triunfo era imposible. Pidió comprensión. Le dimos la espalda. Todos queríamos un pedazo de la torta, un poquito de gloria para peinarnos en la mañana antes de salir a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR