El poder de las aguas de Vichy - 23 de Octubre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 403518622

El poder de las aguas de Vichy

-¿Alguna vez ha sentido el poder del agua termal? -pregunta en un inglés afrancesado. Sin esperar respuesta, abre la llave que controla una suerte de cruz metálica a la que están adosados seis cabezales, y de los que sale una fina lluvia de agua termal.

En cosas de segundos, todo se transforma en un delicado torbellino de relajo que se distribuye sobre la espalda y la nuca, para luego continuar su recorrido por los brazos, las piernas y lo pies. Mientras la sala -un espacio amplio, aséptico, tapizado de baldosas blancas- se llena de vapor, las ágiles manos de Agnes aprovechan los 35 grados de temperatura del agua para aplicar masajes sobre el cuerpo que reposa en una camilla húmeda, algo profunda y con un drenaje por el que escurre una cascada mineral.

La sensación se prolonga por media hora, pero parece infinita.

Al final, cuando la lluvia de agua termal termina, Agnes, quien se ha mantenido silenciosa durante todo el tiempo, comenta:

-Esa es la famosa agua mineral de Vichy.

L'Institut es un espacio casi inmaculado, donde dominan el azul, el blanco y los arreglos florales con orquídeas frescas. Es el más exclusivo de todos los centros de salud, bienestar y belleza que abundan en la ciudad francesa de Vichy, reconocida mundialmente por el poder terapéutico, cosmetológico y relajante de sus aguas termales. Este spa de lujo -considerado el segundo mejor de Europa- fue creado hace cuatro años en el Hotel Le Célestins en conjunto con la compañía dermocosmética Vichy, que fue una de las primeras en aunar el concepto de belleza, salud y dermatología y que ahora integra el holding L'Oréal, donde ocupa el sexto lugar en ventas. Todo gracias a las bondades de las aguas termales que están presentes en el 90 por ciento de sus productos.

Para los franceses, Vichy es "la capital de la salud" y está ubicada al sur de París, en la región de Auvernia, una zona que se caracteriza por sus grandes parques naturales y sus cadenas de volcanes. De esta ruta de cráteres -muchos de ellos inactivos- proviene el agua que luego emana de sus fuentes termales. La misma que luego aprovecha "la douche", un tratamiento que fue creado y patentado en esta ciudad hace tres décadas. Y que ahora es uno de los sistemas más famosos en el mundo de la hidroterapia.

"La douche" se aplica en las zonas cervical, dorsal y lumbar. Ejerce un efecto sedante y analgésico sobre los músculos y los energiza con los poderes activos del agua termal que con este sistema penetra profundamente...

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