La pobreza, tarea aún pendiente - 20 de Abril de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 779005133

La pobreza, tarea aún pendiente

Un crecimiento económico elevado y sostenido y el levantamiento de una extensa red de protección social -fruto de la mayor disponibilidad de recursos, producto precisamente del desarrollo- permitieron a Chile reducir sus índices de pobreza por ingreso desde un 40% hasta bajo el 10% en las últimas tres décadas. De ahí el gran crecimiento de la clase media, que representa hoy más de la mitad de la población.Tan histórica transformación facilitó que en vastos segmentos de la opinión pública se instalara la idea de que la pobreza sería ya un problema relativamente superado. De hecho, en la última encuesta CEP aparece en una posición relegada entre las cuestiones a las que el Gobierno debería dedicar su mayor esfuerzo. Esto puede explicar la menor atención que las políticas públicas destinaron al tema bajo la administración de la Nueva Mayoría y el énfasis de la actual administración en programas que apuntan a la clase media.La focalización y la evaluación siguen siendo clavesSin embargo, la pobreza y la indigencia se encuentran lejos de haber sido erradicadas. Según la encuesta Casen 2017, aproximadamente 1,5 millones de personas viven en situación de pobreza por ingresos en el país -es decir, perciben menos de $158.145 mensuales-, esto es, el 8,6% de la población. Esta proporción aumenta al 20,7% -cerca de 3,5 millones de personas- al medir la pobreza de manera multidimensional (métrica que agrupa las carencias en educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, y redes y cohesión social). Por su parte, el último Catastro Nacional de Campamentos (2018) arrojó que alrededor de 46 mil hogares viven en este tipo de asentamientos en el país. De los 822 campamentos a nivel nacional, solo el 10% tiene acceso regular a agua potable y más del 80% tiene acceso deficitario a servicios sanitarios. Cabe señalar que el número de campamentos alcanzaba a 706 en el catastro de 2011.Tales números advierten por sí solos de la necesidad de que el apoyo a los más vulnerables regrese al centro de la discusión pública.En esa línea, parece esencial retomar la focalización del gasto público. La mayor disponibilidad de recursos ha generado una constante presión por masificar los programas, incluso postulando políticas del tipo ingreso básico universal, a pesar de la evidencia internacional que cuestiona sus beneficios. Sin embargo, los recursos serán siempre escasos frente a la magnitud de las necesidades y, ante el imperativo de priorizar su uso...

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