Plebiscitos 1988 y 2020: tan importantes, tan distintos - 4 de Octubre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 849747553

Plebiscitos 1988 y 2020: tan importantes, tan distintos

La historia de Chile de las últimas décadas va a estar marcada por dos plebiscitos: el de 1988 y, 30 años después, el de 2020. Son, sin duda, dos hechos importantes, pero muy distintos. Por eso es necesaria la comparación entre ambos como un modo de comprender mejor sus riesgos y resultados, especialmente del que ahora se nos viene encima, pues las consecuencias del primero ya son historia.Hay dos características del plebiscito de 1988 que lo hacen excepcional. En 1988 lo que se jugaba era la extensión del gobierno de Pinochet hasta completar 25 años. No era elegir un presidente, sino plebiscitar a un autócrata. El otro rasgo fundamental era que el triunfo del "Sí" importaba ratificar el texto original de la Carta del 80, sin reforma alguna. Significaba sacar el poder del control de la mayoría del pueblo -rasgo esencial de la democracia- para radicarlo en tres actores: el presidente plebiscitado, una Corte Suprema bajo control de la dictadura y las Fuerzas Armadas. Dos otros órganos completaban la estructura de poder: un Consejo de Seguridad Nacional y un Tribunal Constitucional, ambos más poderosos que el Parlamento. El CSN con un total de siete miembros, cuatro eran militares y un quinto, el Presidente de la Corte Suprema; un TC de siete integrantes, tres eran miembros de la Corte Suprema y dos, militares. A su vez, la CS y el CSN tenían derecho a nombrar siete miembros del Senado, esto es el equivalente al 25 por ciento de los senadores elegidos por voto popular. El pueblo, expresado en millones de electores, lo más que podía alcanzar era el control de una Cámara de Diputados que carecía de poder.Estos dos rasgos dieron al plebiscito de 1988 una carga dramática e hicieron que la lucha por triunfar en él alcanzara una enorme tensión. Para la oposición el triunfo del gobierno en la consulta era percibida como una afrenta que la negaba: un cuarto de siglo de dictadura personal, una Corte Suprema que de 22 mil recursos de amparo presentados no había acogido más de un par de docenas, unas Fuerzas Armadas sometidas a su "comandante-en-jefe-dictador", un capitalismo fuera de control. Para el régimen, como lo proclamaba su propaganda, el triunfo de la oposición era la violencia, el odio, la anarquía, un país sin Estado de Derecho.El plebiscito de 2020 es distinto. Demás está decir que aquí no se discute la extensión, ni por un día, del mandato de ninguna autoridad. Tampoco está la vuelta al texto original de la Constitución del 80, ya que...

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