Plebiscito y precariedad - 30 de Agosto de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 847541833

Plebiscito y precariedad

Tal vez el modo abrupto en que la pandemia golpeó al país, alterando todas las urgencias, explique la aparente y transversal desatención en que durante meses pareció caerse respecto del plebiscito constitucional. Indicativo resulta que las regulaciones de su financiamiento hayan sido definidas en el último momento. Más revelador todavía es que, a menos de dos meses de la votación, la situación de quienes se encuentren contagiados y sus grupos cercanos o los resguardos para la tercera edad continúen siendo objeto de discusión, y que el problema básico de garantizar responsablemente a la ciudadanía que ella podrá concurrir a sufragar sin exponerse a riesgo sanitario sea materia de controversia -por momentos bochornosa- entre el Servicio Electoral y el Ejecutivo. Sin saberse tampoco si el referéndum deberá llevarse a cabo bajo estado de excepción constitucional y qué restricciones a la movilidad podrían subsistir, se agrega la incógnita respecto de la evolución que pueda tener la pandemia, con el fantasma de eventuales rebrotes al acecho.Ante ese panorama, inevitable resulta una cierta percepción de precariedad, impropia de la relevancia del acto.Como bien se ha señalado, la realización del plebiscito fue decidida en virtud de un acuerdo político que debe honrarse, y la validez de su resultado no dependerá del número de personas que voten, sino de que el proceso se desarrolle conforme a las reglas concordadas. Parece difícil, sin embargo, que el objetivo relegitimador que se persigue pueda cumplirse sin una participación masiva y entusiasta. Debiera, pues, interesar a todas las fuerzas suscriptoras del acuerdo que el referéndum se concrete en condiciones que permitan dicha participación. Expresión de ello debe ser la disposición a apoyar las medidas necesarias para el éxito de la votación, pero también a estudiar alternativas para enfrentar cada uno de los escenarios que en las próximas semanas puedan darse.Un debate impropio de su trascendenciaLa aparente desaprensión respecto de materias "logísticas" del plebiscito encuentra inquietante correspondencia en el casi nulo debate sobre el tema de fondo en juego. Ciertamente no cabe dramatizar una elección entre dos alternativas cuyas consecuencias están definidas en un marco institucional, pero muy distinto es pretender ignorar la profunda trascendencia de la decisión: no es lo mismo introducir reformas a una Constitución vigente que iniciar la elaboración de un texto completamente nuevo...

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