Plebiscito, jueces y el NO - 7 de Octubre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 741473761

Plebiscito, jueces y el NO

Anteayer fue celebrado y recordado, por muchos -Presidente de la República incluido-, el triunfo del NO, hace ya 30 años. Muchos kilos de palabras se han generado desde el pasado lunes, dedicados a sesudos análisis respecto de quienes avalaron sostenidamente la alternativa plebiscitaria y su convivencia con quienes, convenientemente, circularon por vías distintas a las institucionales, promoviendo la fuerza como medio de remoción de aquellos que detentaban el poder en dicha época. Otros han jugado a evaluar si lo hecho en estos años ha traducido el espíritu refundacional que creían ver en el triunfo o si el paso del tiempo solo pavimentó la conveniencia de ciertos ganadores en la política y en el dinero.Pero lo que frecuentemente se ignora en estos análisis es que al lado de esta visión épica con la que muchos etiquetan este día, como es usual, hay un olvido del derecho y de la labor de los jueces. La sentencia puede ser espectacular o desastrosa el día de su emisión, pero siempre es olvidada con el paso del tiempo, quizá porque pensamos o la acotamos al conflicto en que se emite, más aún cuando este se refiere a intereses personales que se someten al escrutinio judicial. No logramos visualizarla, muchas veces ocurre, como un verdadero catalizador de paz social o, en otras ocasiones, como un transformador de las reglas de convivencia impuestas por leyes que, sin abrogarse en su vigencia, terminan por no ser aplicadas, dada la interpretación que formulan quienes están llamados a su imposición, que algunos identifican bajo la fórmula de creacionismo judicial.Pero en este caso se trata de un tribunal -y sus jueces- que promovió la arquitectura final que permitió el plebiscito de 1988, y la confianza en su desarrollo y resultados. Me refiero al Tribunal Constitucional, al que hoy con demasiada facilidad vilipendiamos, porque muchas veces no compartimos sus decisiones y olvidamos, con rapidez, aquellas que favorecieron las posturas que nos acomodaron.Entre los años 1985 y 1988, este Tribunal Constitucional impidió que en la legislación orgánica constitucional, que debía dictarse conforme al mandato de la Constitución de 1980 y que se relacionaba con el fin del marco transicional entre 1981 y 1990, la autoridad de la época incorporara elementos normativos que lesionaran la democracia que debía florecer sin desconfianzas al término de la transición. Estaban estos jueces conscientes de que se estaba en un período que no era de plena normalidad...

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